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Era lunes de junta laboral salimos de ahí e íbamos en el metro de pronto, Don Lalo un amigo talabartero me dice que onda pelón que vas hacer hoy, yo no tenía plan así que el me invitó a echarnos unas cervezas a su casa, vivía casi en frente del penal del topo chico, llegamos era una casa color verde muy grande para aquel hombre de edad avanzada, entre risas y tecates rojos me contó que se había quedado solo pues por una supuesta infidelidad su esposa lo había dejado y sus hijos se alejaron de él, me contaba cosas de su juventud y las cervezas de ese refrigerador mágico parecían no terminarse, de pronto se escuchó una voz femenina que gritaba Lalo, era una chava que iba a quitarle unos centavos a aquel amigo a cambio de caricias Don Lalo solo le dijo ahorita no y seguimos hurgando en el pasado del talabartero el cual me platicaba con nostalgia y alegría, decía que yo le recordaba muchas cosas en aquel entonces yo tendría algunos escasos 24 o 25 años mientras el tenía al menos el triple de mi edad, yo veía algo triste y oscuro en aquel lugar tal vez era la soledad así que le pregunté Lalo y a dónde sales a tomar pa divertirte, él contesto que a veces iba a un bar que estaba cerca de ahí pero acudía mucho malora, se me ocurrió una idea le dije acompañame a cobrar una lana y de ahí nos vamos a un bar al centro, me dijo al centro?, tengo años que no voy para alla, lo pensó unos segundos y dijo pues vamos, fuimos a cobrar un dinero y de ahí tomamos un taxi con rumbo a la gloriosa calle Villagrán, y nos metimos al Infinito un lugar de esos con olor revuelto a cigarro, cerveza, perfume femenino o body que pa mi es lo mismo y claro el aroma que no puede faltar a fabuloso del morado, mientras las chicas bailan y caminan entre las mesas en ropa interior entre sexy y vulgar pero eso sí en tacones del 12 y no importa la hora pues a pesar de que entramos a eso como de las 4 de la tarde ahí parecía de noche, Don Lalo me vio sonrió y diciendo pi**he pelón dónde me traes, al entrar un mesero nos abordo y e insistió en sentarnos en la pista, pedimos una cubeta de cerveza entre platicas, Don Lalo parecía espectador, así que le dije Lalo párate hablales pásala chido, mientras al mesero y compañeros de pista yo les comentaba que era mi abuelo, fue así como Don Lalo volvió a sentirse joven se paró mientras les hablaba las chicas mientras ellas con sonrisas y miradas de asombro hacían que aquel abuelo se la pasará bien, en eso todos aquellos desconocidos pero al fin compañeros pista coreaban "buelito buelito, buelito" el con una sonrisa y una cara de felicidad, yo gozaba su felicidad pues siempre me a gustado ver a las personas felices, pasamos un buen rato mientras nos tomamos unas cubetas, a él se le atoro entre la ropa de una femine un anillo que traía puesto, casi tumba a la muchacha pero ella vio que fue sin intención así que solo le acaricio su cabeza y le sonrió, salimos de ese lugar y no podía dejar pasar echarnos una torta de bistec de esas llenas de manteca, pero resabrosas, nos despedimos y me dijo tenía muchos años de no pasármelo tan bien Gracias, el abordo un taxi rumbo a su casa y yo tomé otro rumbo a la mía, dias después nos topamos en el trabajo y reíamos de aquella tarde, supe que el les platicaba a los compañeros a dónde lo había llevado como si fuese una gran hazaña, semanas después Don Lalo enfermo por comer comida enlatada en mal estado, ya no alcance a verlo, mi amigo talabartero murio, solo puedo decir que fue un buen compa, que le aprendí, que la pasamos bien, que esa tarde fue inolvidable y que antes de ese coreo de "buelito buelito buelito" tenía años de no oír gritar con tanta felicidad a extraños, pues años antes de ese suceso en aquellos lugares la raza coreaba con fervor "oso, oso, oso! Pero esa ya es otra historia

El cruel del tiempo no para, aunque en algunas ocasiones me a curado el tiempo aún así sigue siendo cruel, porque corre rápido sin detenerse, a veces me preguntan que si tengo prisa al caminar o al trabajar, la verdad es que si tengo prisa porque quisiera hacer tantas cosas y se que tiempo hay, pero no sé cuánto me quede de vida, tal vez poco tal vez mucho o tal vez nada, como a muchos les he dicho ni todo para el presente, ni todo pal futuro porque que tal sino duro o tal vez dure de más, a la distancia le agradezco porque me a hecho paciente al tener paciencia me hice observador como un cazador o como el hombre de papel tenía el talento de saber si lo engañaban, pero claro no fue solo la distancia sino también el Tiempo, ese tiempo tan preciado que muchos desprecian o menos parecían, tontos les llamo pues cuando tengan entiendan al tiempo tal vez ya no les quede de él, cuando te regalen de su tiempo aprovéchalo porque es irreparable, agradece cuando alguien te de su tiempo

Les quiero contar una historia de amor y espero poder transmitir lo que yo deseo
Está es la historia de Finita y Don Pepe
Era la última década del siglo XX más conocido como los 90, había una señora bajita de estatura y delgadita pero de un gran corazón, vivía en un tejaban color verde, ella venía de una vida trágica pues alguna vez me contó que ella si llego a tener un hijo pero su esposo lo mató y ella se separó del señor y se fue, trabajo para una persona la cual le brindo la oportunidad de tener un lugar donde vivir pues ella no tenía dónde que era ese tejaban color verde que les comenté, ella es Finita quien después de su separación y perdida conoció a un hombre que tampoco tenía familia mecánico de profesión de el no se mucho pues yo pocas veces platique con él, pero a pesar de su edad el seguía trabajando para mantener a su mujer este es Don Pepe
Finita dedicaba su vida a ir a la iglesia de San Ignacio, darle de comer a los animalitos de la calle y tratar de ayudar al prójimo fue así como yo la conocí, ella le echan la vuelta a mi abuelo Emilio cuando el ya estaba enfermo de esta manera le hacía el paro a mi mamá, siempre muy activa, mientras dónde Pepe se dedicaba a remendar autos, era especial el señor que hasta una vez al mi papá querer pedir una rebaja le dijo Luis tener carro cuesta jajaja, mi papá sie pre quiso un banquito de metal que don Pepe tenía, pasaron los años y el tiempo no perdona, Finita dejo de ir a la iglesia debido a que en una plática o confesión con el sacerdote le dijo que ella habia estado casada pero se fue por qué su esposo mato a su hijo, el sacerdote sabiendo de don Pepe le dijo que ella vivía en pecado y que ya no era bien. Recibida en la iglesia de esa manera ella perdió esa actividad, después fue enfermando y Don Pepe la cuidaba hasta que un día el también enfermo y tuvo que dejar de trabajar así que solo vivían de caridad de los vecinos y una pensión que tenía Finita, entre vecinos se pusieron de acuerdo y se dieron a la tarea de meter a Finita a un asilo con su pensión pues ella ya necesitaba de otros cuidados y había comenzado con Alzheimer, de esta manera fue como se separaron Finita y Pepe, hablaron con Pepe y el acepto con la condición de que él pudiera irla a ver, don Pepe era ayudado por los vecinos, mi papá se habia comprometido a llevarlo al asilo a verla un día a la semana, Pepe iba desde temprano a la casa a buscar a mi papá, mi papá le ponía una hora y el desesperado le decía que lo llevará hasta que daba la hora iban al asilo, así fue por un tiempo, finta empeoró ya no reconocía a nadie, en esos días llegó don Pepe a verla y la enfermera le decía mire finita quien vino a verla, como se llama y ella respondía apenada que no sabía le preguntaban quien es ella decía que no sabía cómo se llamaba pero tocandose el corazon decia mi mi, haciendo referencia a su Amor mientras a los dos les brotaban lágrimas en los ojos, Don Pepe siguió viendola hasta que ella murió, tiempo después el murió en soledad Amando a Finita

Recuerden que no importa si en amasiato o separados, casados, divorciados, dejados, alejados o juntos

Para el Amor no se necesita un titulo

Hace unos años lo conocí por azares del destino pues le intercambie a gusi su baterista una playera de una calavera de José Guadalupe Posada, me preguntaron que donde tenía la tienda pues irían al día siguiente les di la dirección y no pensé que fueran a ir al otro día, me llama mi papá y me dice aquí está un tal Pablito te anda buscando le dije a mi papá que les ofreciera unas cervezas en lo que llegaba, cuando llegue ahí estuvimos platicando un rato, yo veía que había gente que quería foto y no se animaba a pedirla, así que en broma le digo Pablo una foto por favor y me dice si claro ya se iba acomodar y le doy el celular para que me tomara la foto con mi papá que es está primera foto, eso hizo que todos se rieran y se relajaran, pues la segunda foto ya sale toda la banda Pablo Molina y los reggae lovers de ahí me los lleve a la fiesta de un amigo a casa del buen Rod Rob y se aventaron una versión acústica de gente que No, por ahí hay un vídeo en Facebook la vdd no se quién lo tenga, pero bueno creo que es una buena anécdota para recordar hoy que se nos va Pablito Molina saludos !Gustavo Montello Gely Quintana Patricio Ureta, que tengas buen camino Pablo

Labradorita azul

Moldavita en plata .925 cadena punto peruano

Argollas texturizadas

Anillo en plata obsidina dorada