Cortéz
Soy antorchista por convicción
🧐👉🏻| Hambre y pobreza
Juan Manuel Celis Aguirre
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (el Coneval) sostienen que en México por lo menos 30 millones de habitantes tienen carencias por acceso a la alimentación, es decir, son tan pobres y miserables que nunca se pueden alimentar bien. Esto implica, dice el Coneval, que cada año mueren por hambre y desnutrición 8 mil 500 mexicanos. En un país que se jacta de ser la catorceava economía del mundo, que presume ser un país en vías de desarrollo, hay gente que muere por hambre, porque no tiene para comer. En nuestro país 23 mexicanos mueren al día por falta de alimento; es decir, casi uno cada hora.
Somos un país que trabaja mucho, pero muy pobre y desigual. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el pueblo mexicano es el más trabajador del mundo. Los hombres trabajan en promedio 10 horas al día, lo que quiere decir que dos horas más que las ocho horas que establece la jornada laboral legal, porque con ocho horas no les alcanza para tener un salario digno. Y las mujeres mexicanas trabajan, también según la OCDE, 12 horas todos los días. Sin embargo, los salarios en el país son muy bajos y no alcanzan para que la gente pueda tener una vida cómoda. De acuerdo con los estudios del investigador Julio Boltvinik, en México hay 98 millones personas viviendo en pobreza y en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador el número de gente en pobreza se incrementó en varios millones. Morena prometió que lograría reducir la pobreza, pero no lo logró. Sus pésimas políticas económicas, su desconocimiento de la economía, sus políticas populistas copia de los gobiernos populistas de antaño, solo lograron que más mexicanos se sumaran a las filas de la pobreza y el hambre.
En Puebla, según los datos más recientes, el 87.8 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza y la capital es uno de los municipios con más gente viviendo en la miseria: por lo menos 700 mil capitalinos.
Si vamos a la Sierra Norte del estado, es notable cómo se extiende la miseria en cada casa, es notable que los campos no producen para darle una vida cómoda a los campesinos, que son muy trabajadores. Si vamos a la Mixteca Baja o a la zona de Tehuacán o al Valle de Atlixco, nos encontramos con la misma realidad. Somos un estado sumido en la miseria. Y la cosa no mejora. Si caminamos por las calles de la capital, no es necesario salir del Centro Histórico para encontrar vecindades sumidas en la pobreza más desgarradora, para ver cómo las colonias populares están olvidadas y cómo cientos de miles de poblanos trabajan mucho en las fábricas o en las empresas, pero cómo sus salarios no les alcanza ni para comprar la canasta básica.
La razón de todo esto es una: vivimos en un sistema económico llamado capitalismo en donde la clase burguesa se hace millonaria o multimillonaria explotando al proletariado, no pagándole todo su trabajo porque le extrae la plusvalía. Esa clase burguesa es defendida por los partidos políticos mexicanos, de todos los colores y de todos los sabores. El actual es Morena, con López Obrador a la cabeza, que se ha encargado de cuidar los intereses de sus amigos los ricos, como Carlos Slim o Ricardo Salinas Pliego, en contra de los más de 100 millones de mexicanos pobres. El autollamado gobierno de los pobres solo logró hacer a más pobres a los mexicanos.
¿Qué hacer? ¿Cómo erradicar la pobreza? Es necesario un partido político del pueblo humilde, que esté formado por los obreros, los campesinos, los estudiantes, los maestros y cualquier persona con ideales progresistas. Ese partido solo tendrá una tarea: tomar, democráticamente, el poder político de México, para que desde el gobierno implemente una política para erradicar a la pobreza. Es decir: tomar el poder para terminar con el hambre, realizando cambios radicales en la economía mexicana.
Urge que los pobres unamos fuerzas. Urge que los pobres nos organicemos. Urge que los pobres nos politicemos y luchemos, si es que queremos cambiar a nuestro país para bien de todos nosotros. A cumplir con esta tarea.
Azucena Cordero: ejemplo de disciplina y tenacidad
Romeo Pérez Ortiz
Azucena Cordero Aguirre, originaria de Matías Romero, Oaxaca, ingresó al Instituto Tecnológico de Tecomatlán (ITT) en el pleno periodo de la pandemia, en agosto-diciembre de 2020. Periodo en el que la Covid-19 ya había cobrado la vida de más de 125 mil mexicanos.
A Azucena le impartí clases de Cálculo Diferencial de manera virtual. Desde aquel entonces ella ya mostraba su talento en matemáticas. Fue de mis mejores alumnas junto con su compañera Jazive Esveidy Rosales Faustino, otra de las participantes que la acompañó en la Evaluación 1 del Evento Nacional de Ciencias Básicas (ENECB) en el área de Ciencias Económico-Administrativas y que, ambas, junto con Jonathan Rangel Villanueva, colocaron al ITT en el quinto lugar de la tabla general de entre los 254 tecnológicos participantes.
El ENECB se crea con la finalidad de incentivar la preparación y el esfuerzo de los estudiantes del TecNM, además de medir la capacidad de ellos en las dos áreas básicas del conocimiento: Ciencias Básicas (Matemáticas, Física y Química) y Ciencias Económico-Administrativas (Economía, Contabilidad y Administración).
Para llegar a la etapa final, los concursantes pasan por dos filtros: el primer filtro es la etapa local o Evaluación 1. En esta etapa el examen se hace de manera virtual con tres horas de duración frente a una cámara web. Los cinco mejores alumnos en el área de Ciencias Básicas y los 3 mejores alumnos en el área de Ciencias Económico-Administrativas pasan a la segunda etapa o Evaluación 2. En esta etapa se compite por equipos y la duración es también de tres horas. De esta etapa se elige a los 25 mejores tecnológicos para la etapa final que se compite de manera presencial. Al final, el ENECB entrega los reconocimientos a los tres primeros lugares de la Evaluación 1 y a los tres primeros lugares por equipos en su fase final.
El ITT, desde que comenzó a participar en el ENECB, ha logrado significativos reconocimientos que conviene enumerar. En 2018, en el área de Ciencias Económico-Administrativas ocupó el segundo lugar de manera individual con la alumna Daniela Vázquez Contreras. Por equipos, el ITT se colocó en el quinto lugar. Desde entonces nuestro Tecnológico nunca ha dejado de participar en la etapa nacional.
En 2022, después que se retomó el ENECB, el ITT en Ciencias Básicas se colocó por equipos en el lugar 23 de los 25 mejores tecnológicos a nivel nacional. En este año 2023, el ITT logró posicionarse nuevamente en el quinto lugar de la tabla general en el área de Ciencias Económico-Administrativas y en el primer lugar de manera individual con la alumna Azucena Cordero Aguirre de entre los 18, 450 alumnos participantes.
Un logro digno de reconocerse y aplaudirse, no sólo por el esfuerzo individual de Azucena Cordero y de los que han participado, sino porque detrás del esfuerzo y la disciplina de cada uno de ellos está el trabajo de sus maestros que les impartieron clases y están también las condiciones materiales que la institución les ha ofrecido en lo que va de la carrera académica de cada uno de ellos.
En el fondo, el logro de Azucena Cordero es el esfuerzo y contribución del colectivo: de la disciplina y la tenacidad de ella misma, en primer lugar, del apoyo económico de sus padres, en segundo lugar, y, en tercer lugar, del recurso humano y material que le ha ofrecido el ITT durante su trayectoria académica como son los docentes que le impartieron clases de matemáticas, economía, administración, contabilidad y otras materias afines a su carrera; de la seguridad, comodidad y tranquilidad que hay en la Villa Estudiantil donde ella se hospeda; y de la paz, seguridad y tranquilidad que existe en Tecomatlán. Todo esto ha contribuido en un grado significativo para la formación integral de Azucena.
Actualmente Azucena Cordero cursa el séptimo semestre de la carrera de ingeniería en Gestión Empresarial. Su disciplina académica la ha llevado a obtener los reconocimientos académicos anuales que la institución realiza. Su disciplina, tenacidad y voluntad la llevaron a colocar muy en alto el nombre del Instituto Tecnológico de Tecomatlán. Es de reconocerse que Oaxaca, a pesar de su pobreza, está lleno de talentos. Es un estado muy pobre, quinto lugar en pobreza extrema de acuerdo con el CONEVAL 2022, y, sin embargo, ha dado a México grandes hombres y mujeres, una de ellas es Azucena.
La comunidad estudiantil y docentes del ITT estamos muy agradecidos con la participación de Azucena Cordero Aguirre por poner muy en alto el nombre de nuestro Tecnológico y la felicitamos por este gran logro. Es una hazaña la que hizo, hazaña obtenida de entre tantas penurias y necesidades que existen en nuestro tecnológico, carencias que deberían atenderse de manera urgente por parte de las autoridades del TecNM.
Con todo y las necesidades que hay en el ITT, con el primer lugar de Azucena Cordero a nivel nacional, se demuestra una vez más que en el ITT se trabaja académicamente con los estudiantes. Este resultado debe ser motivo para que la Secretaría de Educación Pública y las autoridades del TecNM doten al ITT de más maestros, de más edificios y laboratorios, y, desde luego, de recurso económico suficiente para impulsar proyectos de gran impacto en la región de la Mixteca Poblana.
Estudiantes como Azucena es lo que México necesita si realmente queremos cambiar la situación tan lacerante y deplorable de nuestro país. En Tecomatlán ella encontró una oportunidad, cobijo, seguridad y paz. Viniendo de un estado muy pobre, encontró en Tecomatlán una educación integral que coadyuvó su desempeño académico. Azucena es una de esas estudiantes, ejemplo de disciplina, tenacidad y voluntad para las demás generaciones. Que en todo el territorio mexicano se sepa que en Tecomatlán hay condiciones para educarse y convertirse en hombres y mujeres nobles y altruistas dispuestos a liberar a su pueblo del yugo del imperialismo.
́n 🧐👉🏻| Morena no apoyará a los guerrerenses pobres
Juan Manuel Celis Aguirre
Hace unos días, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, que es el último presupuesto que se gastará Andrés Manuel López Obrador como presidente de nuestro país. Nadie pensó que el presidente realizaría un cambio sustancial en la forma en como su gobierno se ha gastado el dinero del país. Es decir, todos pensamos en que será más de lo mismo, a pesar de que deben hacerse cambios radicales
¿Qué es hacer más de lo mismo en este sexenio? Es hacer justo lo que ha hecho todo el gobierno el señor López Obrador: reducir a cero la construcción de obras necesarias en cada pueblo y colonia del país, no dar dinero a los estados y a los municipios para construir escuelas, universidades, viviendas cómodas para la gente trabajadora, ni para pavimentar calles ni construir puentes o carreteras, no construir buenos hospitales, modernos, con tecnología de punta, para que los trabajadores se vayan a curar las enfermedades sin que se les cobre, no construir unidades deportivas en cada pueblo o colonia, ni hacer casas de la cultura para que los niños y jóvenes aprendan arte, ni hacer teatros en todos lados en donde la gente pueda ir a disfrutar de una concierto de una gran orquesta, o de un ballet o de una obra de teatro, que siempre son educadoras. No, nada de eso. Nada de obras para el pueblo.
Solo se da dinero a las obras sexenales que son un desastre completo, como el Aeropuerto que nadie quiere usar porque es muy malo, como la refinería Dos Bocas que ya se inauguró y aún no refina, como el famoso Tren Maya al que le dan dinero cada año y no son capaces de terminarlo. Además, el incremento para darle dinero en efectivo a la gente, para comprarle la conciencia y que vote por ellos en las elecciones de este año. Ante un México con tanta pobreza, con tanta hambre, con tanta desigualdad, el gobierno de Morena y AMLO se va por la vía fácil: darle limosna a la gente, porque sabe que necesita algo para comer. No se les ocurre mejorar la economía, dar empleo, ofrecer mejores salarios, bajar la inflación, reducir los niveles de explotación. No, claro que no. El gobierno de Morena es amigo de los empresarios y los empresarios son los que se hacen ricos con la explotación, el mucho trabajo y los salarios miserables del pueblo. Por eso, es mejor solo dar cada mes unas monedas a un sector de la población, para liberar la presión que existe en la sociedad generara por el hambre y la pobreza.
De manera que el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 siguió con esas mismas reglas, impuestas por Morena y por López Obrador: Nada de obras para el pueblo y solo ayudas económicas para un sector de la población, como parte de una gigantesca labor de compra de votos en cada proceso electoral. No se trata, pues, de resolver los problemas graves del país, sino de seguir ganando elecciones con la compra de votos. Es el método que usaban los partidos que antes gobernaban, pero ahora está desarrollado a su máxima expresión.
Esta política se ve reflejada en la poca y mínima ayuda que se da a Guerrero, en el marco del Presupuesto de Egresos de la Federación 2024. Todos sabemos que el miércoles 25 de octubre, Acapulco y varios municipios de la costa de Guerrero fueron golpeados por el huracán de categoría 5, llamado Otis. Sabemos la destrucción que generó en varios municipios de la costa y sabemos que una zona marcada por el hambre, el desempleo y el crimen, ahora tendrá muchos problemas para volver a levantarse. Millones de mexicano solidarios han enviado ayuda, desde los centros de acopio instalados en todo el país, pero lo real es que urge una política que le invierta grandes cantidades de dinero a esos municipios para construir y reparar casas, para pavimentar carreteras, para reconstruir hospitales, para ayudar a campo, para ayudar a los pescadores, para ayudar al pueblo pobre a volver a ponerse de pie y tener un empleo, un salario digno y una vida mejor. Los diputados federales de Morena, siguiendo las órdenes de López Obrador, no le mandaron ni un peso extra a la reconstrucción de la costa de Guerrero. El nuevo presupuesto no le ayudará a los trabajadores de Guerrero, que son los que convirtieron a Acapulco y sus playas en un destino turístico de nivel mundial. Antes se les explotaba en el trabajo, para que los ricos empresarios del turismo se hicieran ricos. Ahora, los diputados de Morena y López Obrador le negaron recursos para reconstruir su vida.
Ojalá que el pueblo sepa de esto, se entere de esto, lo analice bien y saque la única lección posible: no votar por Morena en las elecciones de 2024 y, urgentemente, formar el partido político nacional de los pobres de México, con el que podamos tomar el poder para acabar con la pobreza en nuestro país.
́n 🧐👉| Antorcha ayuda a Guerrero
Juan Celis Aguirre
Todos los buenos corazones de México y la gente inteligente nos hemos preocupado por lo que sucede en Acapulco, Técpan, Benito Juárez, Atoyac y Coyuca de Benítez, todos municipios de la costa de Guerrero, que según la prensa son los municipios que resultaron más afectados con el devastador huracán “Otis”, el 25 de octubre.
La semana pasada, la revista “buzos de la noticia” publicó una crónica de la periodista Yuneri Tolentino Flores, titulada “El clamor del pueblo acapulqueño”, en la que narra su viaje a un Acapulco destrozado el jueves 27 de octubre. Es la ciudad, las playas, las miles de casas destruidas, los campos, las calles desechas, las farmacias sin medicinas, las tiendas destrozadas, los restaurantes, los hoteles y todo lo que ahí existía, narrado por la mirada de una joven periodista.
“buzos” publicó un artículo de Omar Carreón Abud titulado “Acapulco: la espantosa tragedia de la clase trabajadora solo acaba de comenzar”, en el que el analista sostiene lo siguiente: “Denuncio ante todos los pobres del país y los hombres y las mujeres buenas, la burda embestida de prensa que asegura que “ya salieron”, “que ya van para allá”, las despensas que van a resolver los problemas en Acapulco. Nada efectivo, como no sea la propaganda de un viaje teatral que acabó en ridículo mundial, está operando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por atender y resolver el inmenso, increíble sufrimiento de los trabajadores de Acapulco y sus alrededores. ¡Alerta! Cuidado con las declaraciones analgésicas del presidente y sus empleados”. Más adelante, sostiene: “¿Ya se habrá calculado en serio cuántas despensas y cuántos transportes se necesitan para alimentar a 800 mil mexicanos de la clase trabajadora durante quién sabe cuánto tiempo, hasta que puedan empezar nuevamente a recibir salarios cada semana? Seguramente que no se ha calculado nada de eso, estamos ante una monumental y despreciable campaña propagandística para ocultar el hambre, la sed, las enfermedades, el sufrimiento indecible que ya padece y que se incrementará con el paso de los días, la clase trabajadora de Acapulco y sus alrededores”. Hasta aquí la cita del análisis de Omar Carreón.
Confirmo: estamos ante una monumental campaña propagandística para ocultar el hambre, la sed, las enfermedades y el sufrimiento de los guerrerenses afectados por el huracán “Otis”. El gobierno dará algunas despensas, algunas casas reparadas, algunas casas nuevas, algunas estufas y algunos otros artículos necesarios, y le harán mucha publicidad en la prensa y las redes sociales. Pero ni López Obrador, ni Morena, combatirán la pobreza, el hambre y la miseria en que viven los acapulqueños antes y después del huracán.
Los antorchistas de todo el país, tratando de ayudar hasta donde nuestras fuerzas nos lo permiten, desde el viernes 28 de octubre instalamos cientos de centros de acopio en Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca, Guerrero, Estado de México, la Ciudad de México, Morelos, Michoacán y algunos otros estados del centro del país. Hasta el momento, hemos enviado poco más de 70 toneladas de ayuda que se han repartido en varios municipios con despensas grandes, que incluyen varios artículos para alimentarse, agua, ropa y zapatos, así como con la colocación de cocinas comunitarias que dan alimento gratuito en pueblos de Coyuca de Benítez, como San Isidro, Valle del Río, Vista Hermosa y Progreso.
Gracias a que los antorchistas de esos estados siguen pidiendo que los mexicanos ayuden a nuestros hermanos pobres de Acapulco, en los próximos días saldrán más tráileres rumbo a Guerrero, con muchas más toneladas de ayuda. Por eso, agradecemos a todos los que nos ha cooperado en los centros de acopio con la comida, el agua embotellada y todos los demás artículos, mismos que en estos momentos son muy importantes en la región afectada.
Nosotros sabemos que la necesidad es mucha y vamos a seguir instalando los centros de acopio durante varias semanas. Gracias, desde luego, a los antorchistas, plenistas y estudiantes, que se han sumado a la recolección.
́n 🧐👉| Opinión Acapulco destrozado, ¿y?
Aquiles Montaño Brito
No es cierto lo que dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador el 31 de octubre: “ya en Navidad las familias van a estar muy contentas en Acapulco, muy felices. No va a haber amarga Navidad”. No, no es cierto que Acapulco estará en pie en Navidad. Acapulco está destrozado. Varios municipios están deshechos por completo. Los pobres, los hambrientos y los miserables guerrenses de esa zona de la costa tendrán su amarga Navidad, ahora, como en años anteriores. Ahora por el hambre, el desempleo y la falta de un techo. Antes porque eran explotados para la diversión de los turistas ricos.
Con el pretexto de revivir al paraíso turístico, a la Zona Diamante y sus hoteles de lujo, a los centros comerciales con tiendas para que la gente rica compre joyas, ropa y zapatos, a los restaurantes con manjares costosísimos, a los antros en donde el alcohol, las dr**as y la prostitución son la atracción principal, así como a las zonas de entretenimiento de los millonarios; el gobierno federal, los bancos y las empresas le invertirán dinero a Acapulco. Quizá a la Navidad de ese Acapulco se refería López Obrador. ¿Y el Acapulco de los miserables? ¿El de los hambrientos? ¿El de los explotados? ¿El de los desempleados? ¿El de los informales? ¿El de las casas de lámina y cartón? ¿El de las escuelas destruidas? ¿El de las clínicas deshechas? Ese Acapulco está destrozado. Y el gobierno no tiene planes serios para reconstruirlo en esta Navidad… ni en la próxima.
Todo mundo recuerda el Acapulco de la playa, con sus lindas mañanas, con las gaviotas y sus bellos atardeceres. En donde hay risas sin fin por todos lados. Pero esas playas son un éxito porque hay un pueblo muy trabajador siendo explotado. Ningún gobierno, de ningún partido, se ha acordado de ese Acapulco de los miserables. Morena tampoco se acuerda de ellos. López Obrador menos. Porque ellos están íntimamente ligados a los ricos.
El miércoles 25 de octubre, a las 00:25 minutos, el huracán Otis entró a varios municipios de la costa de Guerrero, como Acapulco, con vientos de 250 a 300 kilómetros por hora. Era un huracán categoría 5. En dos horas, destrozó todo lo que había a su paso. Los medios calculan 800 mil guerrerenses damnificados. En unas horas, perdieron todo lo construido en una vida. “La franja de devastación se extiende desde Pie de la Cuesta y la laguna de Coyuca hasta las inmediaciones de la bahía, Acapulco Diamante, Barra Vieja y el aeropuerto internacional, según el último informe del programa Copérnico”, dice una nota de El País. Los mu***os van en 47 y aumentando.
La 4T ha salido a defender al gobierno de López Obrador diciendo que solo se esperaba una tormenta tropical en las playas guerrerenses. “Las advertencias y avisos de que el huracán Otis tocaría Acapulco por lo menos con una categoría 4 fueron hechos con más de 9 horas de anticipación y de manera pública por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, que lo describió como “extremadamente peligroso”, con marejadas “potencialmente catastróficas” e inundaciones costeras “potencialmente mortales”. Con 9 horas de advertencia se pudo implementar un plan de prevención efectivo para que la devastación no fuera tan grande. Ni los pobladores de Acapulco ni los turistas recibieron avisos ni alertas sobre el riesgo que corrían”, escribió un columnista del periódico digital sociedadtrespuntocero.com. El gobierno sabía y no hizo nada, ni siquiera avisó.
La ineptitud del gobierno federal se hizo plástica el 25 de octubre cuando el presidente tardó 10 horas en llegar desde Palacio Nacional hasta la zona del desastre. Nadie preparó un camino para que el mandatario y tres de los secretarios federales no hicieran el ridículo a nivel mundial con camionetas que se quedaron atascadas sin que nadie supiera qué hacer. Si no son capaces de prepararle un camino al presidente, ¿podrán reconstruir Acapulco en este diciembre o en los 10 diciembres siguientes? Desde luego que no.
¿Y qué proponen para que no haya una amarga navidad? A los que perdieron sus muebles, les darán “una cama, una estufa, un refrigerador” y algunas cosas más, según las promesas. Habrá que ver cuánto entregan y a quiénes le entregan. López Obrador dice que a quienes perdieron sus casas les dará entre 35 mil y 60 mil pesos para reconstruir sus viviendas. Tomando en cuenta que, según las cifras del gobierno, se destruyeron o sufrieron daños 220 mil 35 viviendas (el 98.2% de las viviendas de Acapulco, según Animal Político del 29 de octubre), el gasto para darle a cada casa 60 mil pesos (para construir dos cuartos muy sencillos, quizá) será de 13.2 mil millones de pesos. ¿Y le darán ese dinero a la gente? ¿No se lo van a robar los padrinos de los Siervos de la Nación? Saque usted sus conclusiones.
Un gobierno que construyó un aeropuerto que no sirve y las aerolíneas no quieren usar, que inauguró la refinería Dos Bocas ¡que aún no refina!, que lleva años tratando de terminar el Tren Maya, ¿podrá reconstruir a la ciudad más importante económicamente de Guerrero? ¿Para diciembre? Ojalá que los acapulqueños, los guerrerenses y los mexicanos reflexionen en eso.
Pero el problema no nació con Otis. El problema lleva años. Guerrero es el segundo estado más pobre de México, según el Coneval: 60.4% de su población es pobre. De los 2 millones 173 mil pobres, 800 mil viven en la pobreza extrena. En Acapulco el 52% de la población vivía en pobreza antes de Otis y 126 mil 672 habitantes en la pobreza extrema. Es la ciudad con más pobreza extrema del país, superando a Iztapalapa, en la Ciudad de México, y a la capital de Puebla. Y ahora, después de Otis, ¿cuántos pobres moderados, extremos y hambrientos habrá en esa zona? Será “un in****no gigantesco”, como dijo el líder antorchista de Michoacán, Omar Carrerón Abud, en su artículo “Acapulco: la espantosa tragedia de la clase trabajadora, sólo acaba de comenzar” aparecido en la revista buzos.
Para colmo de males, “Acapulco es la segundad ciudad más violenta de todo el mundo, revela un ranking de la consultora internaciona Statista”, dice lasillarota.com del 22 de octubre de 2022. Guerrero es violento: el 23 de octubre, fueron asesinados el secretario de Seguridad Pública de Coyuca de Benítez y otros 12 agentes. El 25 de octubre, los 70 mil habitantes de Coyuca sufrieron la devastación de Otis, porque por ahí entró a tierra.
“El ‘plan para poner en pie a Acapulco’ [de Morena y el Gobierno de López Obrador] es un simple analgésico con fines electorales y no una serie de medidas de fondo para revertir el empobrecimiento de los guerrerenses y el declive económico y social de Acapulco acelerados con el huracán Otis, por lo que desgraciadamente crecerán los sufrimientos, la pobreza, la migración, la miseria y la violencia en ese y otros lugares dañados”, sostiene el vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre Enríquez en su artículo “Lo que revela la tragedia de Acapulco”.
En estos momentos, los mexicanos debemos ser solidarios y donar lo que nuestras posibilidades nos permitan en los centros de acopio. Los antorchistas poblanos instalamos 45 centros de acopio en el estado y el lunes 30 de octubre enviamos las primeras 30 toneladas de ayuda, que ya están llegando hasta las zonas devastadas. Esas primeras toneladas son un ejemplo de la fraternidad que existe entre los pobres. Pero urge un cambio de clase en el poder, porque ni AMLO, ni Morena, ni ningún partido político nacional actual va a ayudar ahora a la clase trabajadora de Acapulco o de Coyuca de Benítez. Van a dar algunas despensas, algunas casas y harán un circo mediático en la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales. Pero la gente pobre antes de Otis y la nueva gente pobre después de Otis seguirá olvidada. Solo dejará de ser pobre cuando gobierne un partido popular. La tarea es formar ese partido y ganar el poder. No hay de otra.
ACAPULCO: LA ESPANTOSA TRAGEDIA DE LA CLASE TRABAJADORA, SÓLO ACABA DE COMENZAR
Omar Carreón Abud
“La verdad está en marcha y nada la detendrá -escribió Emile Zola en Yo Acuso- cuando se entierra la verdad, la verdad se concentra, adquiere tal fuerza explosiva que, el día en que salta, hace volar todo con ella”. El pavoroso huracán que azotó la ciudad de Acapulco, sus alrededores y varios municipios vecinos está poniendo en los ojos del país y el mundo entero, la realidad de la clase trabajadora en México y, todavía, va a seguir llamando su atención de manera que durante muchos años no habrá manera ni de ignorarla ni de olvidarla. Servirá de lección terrible para todos los que viven de su trabajo.
A los tres días de la desgracia, la mayoría de los noticieros y los despachos de prensa muestran los grandes hoteles destrozados. No quedó ni un vidrio, en las habitaciones sólo se ve un amasijo de telas empapadas, los muebles, hechos pedazos, imposible volver a dormir ahí. En la calle, coches destruidos, amontonados con otros, miles de postes tirados y atravesados, estructuras metálicas, láminas, árboles y ramas impiden el paso; anuncios, letreros, semáforos, avisos de tráfico. Todo está tirado, todo. Nada hay en pie. La destrucción total. Todo Acapulco está destrozado.
¿Todo? Pero si poco o nada han aparecido los centenares de miles de modestísimas viviendas de las que no ha quedado más que un montón de escombros y las que no se cayeron están inhabitables, ni los seres humanos que todos los días y todas las noches le daban vida a todo lo necesario y hasta a lo superfluo para los millones que llegaban a pasear y a divertirse. ¿Dónde están los trabajadores y empleados? ¿Por qué son más protagónicos los edificios, los medios de producción mu***os (ya desde antes del huracán) que los hombres y mujeres vivos que les dan vida con la suya propia? En el mundo del capital, el trabajo mu**to domina al trabajo vivo, dijo el genial Carlos Marx y, aquí y ahora, nunca fue tan verdadero.
Poco aparecen en las noticias los cerros, las laderas, los llanos que no están frente al mar, los pueblos y las rancherías en los que mal vive desde hace muchos años la clase trabajadora de Acapulco. El huracán entró con furia especial a la zona, al amanecer del miércoles, los que cobran su raya los sábados, ¿la cobraron el sábado siguiente? ¿la van a cobrar el lunes? ¿El martes? La verdad azota en la cara: no la van a cobrar nunca. Y nunca es nunca. Los capitales ávidos de ganancia, volarán en busca de mejores oportunidades y, como lo marcan las leyes económicas del funcionamiento y mantenimiento del modo de producción capitalista, quien vende su fuerza de trabajo, la vende por su valor, por el valor de los bienes y servicios que necesita para vivir y reproducirse, nada más. Por tanto, en el precio de la venta, en el salario, no está considerado nunca ningún, absolutamente ningún ahorro porque el trabajador se emplearía a sí mismo, aunque fuera vendiendo tamales y eso mataría al capital que lo necesita, lo exige, siempre disponible y dócil.
La clase trabajadora, por tanto, no tiene ahorros, ¿De qué van a vivir los que ya no recibieron su salario? El hambre, la sed y la desesperación están ya en Acapulco y crecerán más muy pronto. Si se calcula que en el maravilloso puerto turístico del pacífico vive un millón de personas (que pronto serán menos porque se marcharán con su miseria y su sufrimiento a cuestas), no creo que sea una exageración afirmar que, al menos, 800 mil pertenecen a la clase trabajadora, considerando también a los del llamado eufemísticamente “empleo informal”, se trataría entonces, realistamente, en efecto, de 800 mil personas sin ningún ingreso, sin comida, sin agua, sin casa y sin luz. Un in****no gigantesco.
Denuncio ante todos los pobres del país y los hombres y las mujeres buenas, la burda embestida de prensa que asegura que “ya salieron”, “que ya van para allá”, las despensas que van a resolver los problemas en Acapulco. Nada efectivo, como no sea la propaganda de un viaje teatral que acabó en ridículo mundial, está operando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por atender y resolver el inmenso, increíble sufrimiento de los trabajadores de Acapulco y sus alrededores. ¡Alerta! Cuidado con las declaraciones analgésicas del presidente y sus empleados. No a la burla.
¿Ya se habrá calculado en serio cuántas despensas y cuántos transportes se necesitan para alimentar a 800 mil mexicanos de la clase trabajadora durante quién sabe cuánto tiempo, hasta que puedan empezar nuevamente a recibir salarios cada semana? Seguramente que no se ha calculado nada de eso, estamos ante una monumental y despreciable campaña propagandística para ocultar el hambre, la sed, las enfermedades, el sufrimiento indecible que ya padece y que se incrementará con el paso de los días, la clase trabajadora de Acapulco y sus alrededores.
Ocuparon también mucho espacio y tiempo en los medios de comunicación, los informes y las filmaciones sobre el robo de mercancías de tiendas y almacenes. Esas insistentes notas y videos que muchas veces ignoran la desesperación, tienen como propósito ensuciar la imagen de quienes hasta el martes 24 de octubre de 2023, no sólo hacían funcionar todo el aparato turístico y garantizaban la diversión y el esparcimiento de millones de turistas cada año y hasta los excesos de algunos, sino que engordaban escandalosamente los bolsillos de los poderosos dueños, mexicanos y extranjeros, de los enormes negocios instalados para obtener a diario inmensas ganancias. Ojo: Los quieren presentar ante el mundo como peligrosos criminales para evitar que conquisten simpatías cuando protesten por las privaciones y el escándalo de su sufrimiento y, peor aún, para que no conmuevan a nadie cuando empiecen a morir de hambre y enfermedades. Es, pues, otra manera de aplastarlos ahora que ya no los necesitan.
Pillaje, sí, de artículos de primera necesidad. A riesgo de que me acusen de apología del delito, paso a decir la verdad: ¿Querían que se quedaran sin dar de comer nada a sus hijos pequeños o comer algo ellos mismos sólo contemplando desde la banqueta las tiendas llenas? Pero no sólo eso, algunos reporteros y algunos opinadores, se centraron en exhibir a los que no se llevaban artículos de primera necesidad, sino artículos costosos y de lujo. Cabe decir a todo el que lo quiera saber, que ese tipo de artículos se los llevaban sujetos en camionetas que no son precisamente los vehículos en los que se mueven los trabajadores para asistir a su trabajo. Pero, en última instancia, cualquier persona, más o menos racional, que no anteponga su ideología de clase por encima de la realidad, tendría que reconocer lo siguiente ¿no ha habido desde hace por lo menos cien años una arrasadora campaña publicitaria que incita y excita a la población a consumir frenéticamente lo que no necesita? Pues ahí tienen algunos de sus resultados.
“Agrio está el mundo”, escribió Alfonsina Storni. Consternados estábamos con los asesinatos impunes de hombres y mujeres de origen y lengua rusas en la región del Donbass por parte de bandas armadas pagadas por los oligarcas ucranianos y sus patrones de Washington que ambicionaban sus recursos naturales; sobrecogidos veíamos a los niños palestinos quemados y mu***os con fósforo blanco y a sus padres y madres como autómatas llevarlos en brazos por obra de los agentes sionistas del imperialismo, cuando un enorme fenómeno natural, perfectamente predecible, destapó la fragilidad de las casas, lo abrupto y peligroso del terreno en el que viven, la debilidad por el hambre permanente y las enfermedades, la carencia absoluta de dinero ahorrado para vivir sin salario, de una parte respetable y entrañable de la clase obrera mexicana. Quienes siempre los explotaron y su Estado, no acudirán en su auxilio. Sólo, como siempre, sus hermanos de clase, aunque Andrés Manuel López Obrador no quiera. El aterrador sufrimiento sólo acaba de comenzar.
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Promover la igualdad entre mujeres y hombres, respeto a los derechos humanos y no discriminación
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Mi compromiso es contigo, comprometido con la gente,somos tú, somos todos.
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Página De Interés Sindical, donde podrás encontrar Noticias, Información, Eventos y Actividades sobre la Secretaria de Prevision Social.
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SIETE EGLARES Es una Asociación Civil, que desea proyectar una nueva conciencia ciudadanía.
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