Giro

Quizás habrás escuchado en los medios referirse a las ciudades que integran Gran Asunción como las “ciudades dormitorio”, y tengo que decirte que no es una creación regional.

En el mundo, las capitales que no entendieron nada empujaron a sus ciudadanos hacia la periferia, con los tiempos de movilidad e incomodidad que eso supone. Y las hicieron llamar así, porque la única función de esas nuevas e improvisadas ciudades era recuperar pilas para empezar la larga travesía, otro día más.

Ya te lo he dicho más de una vez, y quiero que tomes conciencia realmente de lo que significa. Somos un país atrasado, y podemos sacar provecho de ello. A diferencia de otros países, la mayor parte de nuestras falencias son carencias, cosas que aún no se hicieron. Los ideales que buscamos podemos verlos hechos realidad bajo nuestro poder como comunidad, que es suficiente y es un montón. Porque somos más.

Podemos dejarnos llevar por la corriente viendo como estas ciudades dormitorios nos hacen la vida más complicada de lo que debería ser, o podemos ser objetivos y desde la lógica más pura y real, desde nuestros dormitorios* hacer ciudad.

Desde una conversación entre amigos, libre de prejuicios y máscaras, van a poder llegar a los acuerdos necesarios para respetar absolutamente todos los deseos de intimidad que quieran porque nadie viene a imponérselas, y van a conseguir el equilibrio económico exacto para respetar sus otros sueños.

De esas conversaciones entre amigos dejamos de mirar solamente nuestro propio ombligo, sabiendo que ignorar lo que pasa solamente nos afecta a nosotros mismos, y tomamos la responsabilidad de la tierra que nos toca. Porque una vida económicamente más sencilla también es una ciudad que camina en vez de rodar al son de un motor.

*casas, edificios, terrenos compartidos, mixtos, revolucionarios, colectivos...Lo que importa es que somos Dueños de Ca(u)sas Propias. Y vinimos a cambiar el sistema, juntos.

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Se que más allá de la casa, en tu día a día ves dos realidades. Por un lado, un falso ideal inalcanzable incluso para quienes lo fingen, y por otro, una sensación de que todo está mal y todo está perdido.

Si realmente todo estuviese perdido, ¿Por qué seguís? Y es que, en verdad, muy dentro tuyo saber perfectamente que todo tiene solución, aunque aún no la puedas ver.

Las luchas, los movimientos, las causas y manifiestos nacen del hartazgo de que las cosas deben cambiar, porque se puede. Y así como te ves tan pequeñ@ en el mundo, quiero recordarte que el día que seas dueño de un terreno literalmente sos responsable de la realidad que construís. Y a quien primero afecta o beneficia es a vos, siempre.

Consumimos malas noticias porque eso es lo que vende, pero así como la moda responsable, la revolución anti-plástico, la producción sustentable y la protección animal, los espacios que habitas son también tu oportunidad de vivir justo y tal cual como los ideales de tu generación (por suerte) te formaron.

Quiero que estés orgullos@ de tu inteligencia, de tu preocupación por tomar las decisiones más responsables posibles, para vos y el resto. Porque es la envidia de las generaciones anteriores, que ya se van y nos dejan el mundo todo para nosotros.

¿Cuándo empezamos? 😉

Cuando buscas tener un espacio que sea tuyo y pensás en la seguridad, quienes se dedican a la edificación masiva te ofrecen murallas más altas, cercos perimetrales y circuito de seguridad las 24 horas. Mientras tanto, vas a tener que protegerte por tu cuenta cada vez que salgas de esa fantasía, arrimando tu mochila, mirando a los costados y cerrando los vidrios de tu auto.

El día que construyas lo tuyo, en esa ciudad joven porque hacia Gran Asunción vamos, tenes en tus manos la responsabilidad de la seguridad que creas. ¿Te acordás del relato número 6 de este manifiesto? La responsabilidad es colectiva.

No hace falta que crucemos fronteras para ver los ejemplos de una ciudad abandonada por las formas de pensar de sus habitantes. Tenemos a nuestra capital y al centro de la misma como el ejemplo más crudo. Los dueños no son el gobierno. Son personas como vos que tienen un terreno, como lo vas a tener vos.

¿Ya tomaste conciencia del poder que estás por tener en tus manos?

En vez de caer nuevamente como ejemplo de la teoría de las ventanas rotas, como otro descuido que desencadena en delincuencia, imaginate que el terreno que conseguiste con tu grupo para vivir es hogar, servicio y ocio a la vez. Que en esas dos últimas ramas aparecen oportunidades laborales, que como no caíste en el mundo del *real estate* no te cagas en tus inquilinos entonces has podido ayudar a alguien a ver crecer su emprendimiento, y esa misma persona te habrá ayudado a vos a respirar tranquil@ cada fin de mes.

Imaginate salir de la burbuja. Y romperla.

Conversando con ustedes, surgieron las siguientes preguntas “¿Quién elije el grupo? ¿Qué es una casa colectiva mixta? Si yo quiero vivir en un edificio porque una casa es costosa, ¿Esta solución de casa es realmente para mí?”

Si partimos del hecho de que una casa es una construcción en donde viven personas, realmente una casa puede ser un edificio también. En el manifiesto donde te hablaba de quitarnos el tabú de hablar de dinero y tomar acción, te mencionaba todos los componentes prescindibles de la ecuación “edificio”, hoy, según quienes manejan exclusivamente ese mundo.

Pensar si quiera en hacer nosotros mismos un edificio, se nos hace una bola imposible. Y es que lo pensamos gigante, con el traje del inversor, repitiendo costumbres pasadas responsables de la situación que tenemos hoy.

En el mundo, una de las razones principales por la cuales es cada vez más difícil acceder a un lugar propio, casa o departamento, es porque hay demasiadas personas que compran propiedades para no vivir ahí y cobran por ello. ¿Dónde está el valor?

Casa o departamento, la solución final depende solo de vos y tu grupo, de cuántos son, qué quieren compartir y qué no para hacer de éste lugar la mejor estrategia posible, acorde a sus metas.

El grupo lo elegís vos, derribando prejuicios y fachadas, teniendo conversaciones reales con quienes compartís tu día a día. ¿Qué tanto conoces a los que te acompañan en tu existencia? ¿Qué tanto confías en ellos? ¿Qué tanto te nutren en tu a día?

Dicen que somos la representación de las 5 personas con quienes más nos juntamos. ¿Cómo te sentís con quienes te rodean? ¿Tomarías este camino con ellos?

El manual que organiza revoluciones te espera, gratis, en mi blog 😉

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Crecimos viendo como nuestros padres fueron construyendo su nido de a poco, pieza por pieza según los recursos disponibles, y no importaban los sacrificios y tropezones porque ese ajedrez romántico era parte del ritual de la meta ultima: la casa propia.

Hoy nosotros, ya adultos y dueños de nuestros propios razonamientos, rebobinamos los procesos de puchito, prueba y error, y en el momento en el que reconocemos que esos pasos optimizados podrían haber sido el equivalente a un año entero de playa y arena, se nos ponen los pelos de punta.

Así como el perfil del adulto cambió, vemos la casa como una estrategia del bolsillo, como medio para llegar a nuestras metas más importantes, y que nada tienen que ver con la casa.

Una casa que es medio, tiene en cuenta los impuestos municipales, los descuentos de impuestos por aplicar materiales y prácticas sustentables, mide a reloj y centímetro los espacios que regulan tu factura de luz, comprende que cada lugar de sobra es un presupuesto de limpieza que te podrías haber evitado y cada espacio de guardado es una oportunidad más de aprovechar las ofertas del mes, y hasta te anima a que conserves tus habilidades en el arte de ahorrar siendo tu propio chef porque el espacio fue planificado para la danza del cocinar.

Y es que, además, una casa que es medio de metas de una generación consciente y empática, deja de “probar suerte” con las batallas “acá en la lucha” de los emprendedores.

Decidimos pintar una vejez deseada. Tranquila, inteligente y feliz.

Buscar tener tu casa y construirla, como sea que te lo plantees, es una decisión que requiere mucha madurez de tu parte. Más aun cuando es en conjunto. Si los malos se organizan para joder y les sale bien, imaginate lo que pueden lograr varios corazones buenos juntos.

Por el cariño que le tenés al equipo que elegiste para optimizar recursos, lo mejor que pueden hacer es tener un acuerdo legal que los proteja.

Escuchar hablar de “condómino” “copropiedad” “sociedad” “propiedad horizontal” nos asusta porque pensamos que no vamos a entender nada y nos tentamos a dejarle el poder a los poderosos.

Aunque cada situación de intimidad y compartir sea diferente, realmente no es nada complicado protegernos desde lo legal si tenemos a un/a abogad@ dispuesto a explicarnos el porqué de las cosas.

Con mi equipo nos aseguramos de asesorarte legalmente para que tomes tus decisiones desde el conocimiento. Todo lo que no ves en un edificio de “inversión” ahora en tus ojos y corazón de conciencia.

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Quienes me han escrito para consultar dudas sobre sus futuras casas colectivas mixtas de conciencia, uno de los temas más recurrentes es “Cómo organizarnos para elegir un punto medio en el que todos estemos conformes con la intimidad que queremos”

Y entiendo la preocupación. Vivimos toda nuestra vida tratando de encajar en algo. Creemos que una casa estratégica se limita a prototipos, como si nosotros fuésemos creados en serie. Realmente no es necesario que todos quieran manejar los mismos deseos. No te preocupes, he dedicado mi formación a comprender las claves de la optimización de espacios que cuidan metas más allá de una casa (hasta diarias, ¿Quién quiere limpiar los espacios que no se usan, cuando podemos usar ese tiempo y dinero en un mini trip de fin de semana? 😉)

Lo que si es importante es el dialogo entre ustedes. De frente y sin excusas, ¡Es su casa! Nútranla desde la sinceridad y la democracia. En algún lugar teníamos que poder practicarla, ¿No? 😂

Tanto estas conversaciones sanas, sinceras y respetuosas, como el hecho de estar en total acuerdo a formar parte en conjunto de un contrato, son señales de que estás en el equipo correcto.

¿Costos de construcción? ¿Cómo separar metas de estrategias para saber si queremos una casa medio? ¿Cómo organizar los gastos? ¿Cómo empezara conformar el grupo?

Info en el blog giroarquitectura.com.py

10 motivos para tener una casa colectiva mixta de conciencia que respeta tus metas de vida:

👉Optimizas recursos porque vos, con tu equipo, definen lo que es importante más allá de una casa y deciden qué pagar, qué y cuánto compartir y que no.
👉Tenés un segundo ingreso con los servicios a la comunidad.
👉Le das utilidad a tu patio que, con estrategias de psicología urbana, ayuda a que los servicios sean prósperos y útiles tanto para vos, los emprendedores que seleccionamos específicamente para tu caso y tu comunidad.
👉Tu hermosa plaza/plazoleta se mantiene con tus segundos ingresos. Y vos definís cuanto de tu patio dejas para pagar y usar vos solo.
👉Creas los pasos para una ciudad pensada para caminar, conocerse y tomar conciencia de las necesidades barriales, que trabaja en comunidad.
👉Aportas a las raíces de una sociedad más amable con quienes las habitan, sin necesidad de que te obliguen con una política pública, porque no te hace falta.
👉Cuidas tu vejez, compartiendo este movimiento de casas conscientes.
👉No necesitas intermediarios inversores que pidan su porción de la torta, ni pagar salarios a agentes ni vendedores, ni a equipos de ventas que aumentan los costos finales, porque la casa es para vos y tu equipo.
👉Ayudas a terminar con la especulación inmobiliaria porque ahora vos, junto al 38% de la población, tienen el poder.
👉Ayudas a definir la nueva “idiosincrasia paraguaya”

…😉 ¿Ya te organizaste con tu equipo? ¿Ya hablaron de dinero?

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Además de los deseos de vacacionar más seguido, de mimarte con cafés riquísimos y días de spa, de poder tener tu pc gamer, colocar una importante suma de ahorros en tu crecimiento laboral o formación académica, quisieras que no fuese con la sola intención de anestesiarte de la ciudad que te toca vivir.

En un mundo imaginario ideal, tu propio espacio debería ser capaz de descomprimir tensiones. Deberías poder caminar tranquilo sin depender de un vehículo, ahorrándote todos los gastos que eso significa. Hasta quizás ni siquiera necesitarías depender tanto de un transporte urbano porque tendrías lo que necesitas, perfectamente calculado, en tu rango de alcance de patas y billetera.

Y porque caminas, sabrías quienes son tus vecinos, qué hacen, acordarían juntadas en el parque y se conocerían tanto que hasta harían cruce de contactos y conocimientos. Porque se juntan, encontrarían formas de salir adelante todos juntos. Entonces la delincuencia, que no es más que un pedido de auxilio de estas personas, iría disminuyendo.

Ahí recién, tendrían el pase mental libre para abrirse a la cultura, el arte, y la educación empática. Y ya no habría más problemas…Te suena irreal, ¿verdad?

Bien. Pongámoslo de otra forma.

Imaginate que, de común acuerdo, decidimos vivir todos entre casas alejadas de servicios. Gracias a esto, podemos permitirnos tener la obligación de un auto y darnos el gusto en vida de pagar por combustible y pólizas. Como decidimos darles nuestro dinero a quienes agrandan las brechas sociales, ya podemos tener un motivo más para pagar por alzar aún más altas las murallas linderas y refuerzos de seguridad armada. Como decidimos vivir lejos de todos los servicios, y todos tenemos autos, hacemos nuestras vidas en el tráfico y gracias a ello pagamos por una casa en la que casi ni vivimos. Y como no vivimos en nuestras casas, no conocemos a la familia que creamos, y dependemos de atención clínica, psicológica y psiquiátrica para mantener nuestra cordura y unidad.

¿Te suena ilógico que alguien quiera algo así? Esa es la realidad que tenemos.

¿Qué hacemos?

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“Me siento preso de este sistema”

Es lo que acostumbro leer cuando tengo esas hermosas y enriquecedoras conversaciones con ustedes. Y tengo que confesarles que se exactamente como se sienten, lo he vivido en carne propia y desde adentro.

Sabemos que el problema no es solamente no poder tener una casa, tenemos presente perfectamente que es solo una partícula de la bola de nieve de problemas que tenemos como generación. Y hasta juega con la estabilidad de nuestro cerebro.

En ningún lugar del mundo las ciudades las construyen principalmente el gobierno, son los ciudadanos, sus pensamientos, sus intenciones y sus decisiones. Y tuya es la responsabilidad, junto con el 38%, de garantizarte una vejez en paz.

Hay cosas de las que no podemos tener control y realmente dependen exclusivamente de las pilas de quienes gobiernan con la bandera, esa paciencia tiene un límite. Practiquemos la costumbre sana de hacernos cargo de lo que sí está dentro de nuestro control, que es un montón y es suficiente.

Aprendamos de las experiencias de dolor, lucha y sacrificio, de personas que solo tienen unos años más que nosotros y que aun como nosotros, bien privilegiados como nos reconocimos, se arrepienten de todo. “Siento que hice todo esto por nada” “Mis hijos van a terminar pagando esta casa porque yo no pude y siento culpa” Escuchemos con atención las lecciones que tienen para nosotros, saquemos nuestras propias conclusiones, tomemos acción desde la reflexión.

Solos, sobrevivimos. En comunidad, vivimos.

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En un país en donde pese a tus esfuerzos y logros, y en donde todavía no podés salir de la etapa de vivir en alquiler, hay un personaje que se tiene que extinguir. Y son los inversores inmobiliarios.

¿Qué pasa cuando en un país donde el déficit habitacional cualitativo (BID) es del 83%, el boom inmobiliario no atiende a ese déficit? Hay que abrir los ojos. Las trabas no son adrede, ya habrás leído mis blogs y sabes a que me refiero.

Nuestra cultura nos crió con la imagen del salvador. Cansados de décadas de frustraciones, monitoreando cada cagada pública y privada, nuestra esperanza se convirtió en un rezo vacío. Y nunca nadie nos quiso contar que juntos podemos.

Este es un camino de responsabilidad y madurez para lograr la libertad que te mereces para decidir tu destino en comunidad, porque te afecta y lo sabes.

Así como el dinero y el juntarse, los edificios también son herramientas que no son ni buenas ni malas. Todo depende de tus intenciones, y no te asustes con la palabra, cualquier cosa construida ya es un edificio.

Armen su equipo, elijan un terreno, hablen de frente sobre dinero y ahorros y cómo pueden organizarse. ¿Vergüencita? Las herramientas rompe-momentos-incomodos las encontrás en mi blog.

Y compartí la iniciativa. Vamos a dar la patada más ✨ aesthetic ✨ del mundo de las revoluciones.

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Pecaríamos de ingenuos pensando que las problemáticas del tráfico vehicular que tenemos, pueden solucionarse de forma inmediata con una casa colectiva mixta. Y es que en un mundo de gratificación inmediata, las buenas decisiones se extrañan en el arrepentimiento de los tropezones repetidos, cuando ya es muy tarde.

El hecho de que todavía necesitamos tener un auto que si no es camioneta no aguanta, que como todos tenemos esa necesidad empeoramos el tráfico, y que aunque el transporte público mejore, los días nos van a seguir siendo cortos porque todo nos va a seguir quedando lejos, no es algo que solamente pueda solucionarse desde el gobierno.

¿Qué pasa si te toca vivir en un país corrupto lleno de personas que no resuenan con sus gobernantes? Si sabemos que no somos otro país más que Paraguay, ¿Por qué queremos solucionar los problemas que tenemos de la misma forma que el resto?

No se trata de ver el vaso ni medio lleno ni medio vacío, se trata de comprender el contenido y trabajar con lo que toca. Y si no, bueno ya sabes lo que pasa, lo estas viviendo.

¿Cómo querés ayudar a construir las ciudades que caminan y empiezan a dejar de depender de los vehículos porque gracias a vos todos los servicios están cerca y rodeados de verde y paz?

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Si hay algo que han sabido comprender los países que se salvaron de las desgracias que vivían, es que la cooperación debe ser recíproca. Estamos acostumbrados a pedir primero sin practicar la generosidad nosotros antes. Somos muy prontos a decir que somos buenas personas “porque trabajamos”, obligación básica mínima mundial para ser adulto en este planeta. Es como si dijéramos que somos buena pareja solo porque ayudamos a lavar los platos.

No tenemos problemas suavecitos. Dentro de las hermosas y enriquecedoras conversaciones que he tenido con ustedes, lo que siempre sale a la luz es la queja sobre “la idiosincrasia paraguaya”. Si nadie se siente identificado con ella, ¿Por qué existe? ¿Somos lo que juramos destruir?

Juntarnos + Optimizar recursos para cubrir nuestros mimos y metas + Dar espacio a servicios perfectamente pensados para la comunidad barrial + Pensar en el empujoncito que necesita el rubro emprendedor + Agregar más espacios públicos y crear nuevas revoluciones con la comunidad barrial desde allí. En un solo movimiento.

¿Fácil? Fácil fue destruir, ahora nos ponemos las pilas.

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Cuando tenés otras aspiraciones en la vida además de una casa, aun en una condición de privilegio, ni el sueldo propio ni los ahorros son suficientes y es necesario tomar una decisión estratégica.

Tener y mantener un patio es costoso, pero algo que nunca te dijeron es que podés obtener un beneficio económico de él si lo añadieras a tu casa colectiva mixta.

En mi blog te hablé de compartir tu patio con tu comunidad barrial. Una casa conjunta, que cuide tus metas de vida pero además te permita tener un segundo ingreso por el alquiler de espacios para servicios, pensados estratégicamente para la comunidad, tienen que estar apoyados en algo que se conoce como “el ojo de los 5km/h”.

Y no, jamás importó que algo sea fea o bonito, caro o barato. Y si, por eso los emprendedores, que son un tercio de la actividad comercial nacional, se la han visto negra por décadas. Y si, de ahí viene la necesidad de delinquir. Ya sabes, todo tiene que ver con todo y en nuestra situación nos jode a todos juntos al mismo tiempo.

¿Cuánto terreno estarías dispuesto a compartir, junto con tu equipo y con la comunidad, si te permitiese cumplir tus metas de vida más allá de una casa?

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Tenés otros deseos y metas más allá de una casa, son totalmente válidos y merecen respeto, por eso es importante que la casa que decidas tener esté pensada para esos objetivos. Muchas veces, en el miedo de conocer nuestra propia esencia, no nos hacemos las preguntas que importan ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Para qué era todo esto?

Cuando se habla de optimizar, no significa tener lo mínimo sacrificando deseos. Por más de que tener tu casa sea una estrategia económica, hay cosas que querés porque si y eso también entra como requisito de lo necesario. Cada persona es única e irrepetible, y por eso los modelos en serie no tienen gracias cuando se trata de vivir la vida, con ganas.

Puede que, conversando con tu equipo con las anécdotas del vivir con sus padres, lleguen a la conclusión de que un comedor social está bastante al p**o y mejor tener uno nomas. O que midiendo el uso que le dieron a lo largo de los años al quincho, tal vez sería una solución para ustedes que ese sea el espacio que comparten entre sí. Puede que sean un equipo aventurero y acostumbrados a la convivencia, y decidan tener una cocina compartida con todos. No existen límites para el compartir más que los que ustedes se ponen como equipo.

¿Dudas sobre metas de vida y estrategias? ¿Cuánto cuesta construir una casa? ¿Cómo calcular los metros cuadrados de una casa compartida? ¿Qué impuestos tocan pagar? ¿Cómo racionalizar la economía que nos toca? La info que necesitas está en mi blog 😊

¿Qué otras dudas tienen como equipo para tomar este camino de independencia liberadora?

Contame en giroarquitectura.com.py/contame

Estaría fantástico que hagamos un gran edificio que solucione masivamente todos los problemas que tenemos como generación, así como sería fantástico que nos dejen de gobernar quienes nos está costando sacar del poder, y que todas las políticas públicas que llevan más de 20 años guardadas en un cajón sea atendidas y se cumplan. Pero depositar todas nuestras fichas allí nos ha dado la realidad que tenemos, y es momento de cambiar de estrategia.

Nos quieren ver la cara con la excusa de que densificar es hacer ciudad, cuando en realidad ciudad es el espacio en donde todos los signos sociales comparten cultura, ocio, salud y educación en comunidad. Y como la comunidad une, se conocen y encuentran soluciones más allá de un gobierno.

Y si, nunca vivimos ciudad realmente. Pero no importa porque el hecho de que estemos atrasados solo quiere decir que hay mucho por hacer, muchos errores que evitar. Y las escalas no importan, solo las posibilidades económicas del equipo que conformes. Porque la casa es para ustedes y ya no lucramos por robar espacios que nunca tuvimos previsto vivir, y porque dejamos las costumbres de asumir y suponer.

¿Qué dudas tienen con el equipo que armaron?

Hacemelo saber en giroarquitectura.com.py/contame

Los medios de comunicación viven del morbo, por eso pensamos que el dinero es sucio y más aún cuando se juntan personas para trabajarlo juntos. Vimos que asociándose formaron los desastres más grandes del país. Crecimos creyendo que esa era la fórmula para lo ilícito, cuando en realidad el dinero y el juntarse son solo herramientas.

Las herramientas no son malas ni buenas, son las intenciones de las personas las que benefician o perjudican.

El “así nomás” y conformarse en “no meterse” nos dio la realidad que vivimos. Y las desarrolladoras se aprovechan de esto. “Fáciles, rápidas y cómodas cuotas” “sin preocupaciones” “en la tranquilidad y comodidad de invertir en tu futuro” pierden verdad cuando les preguntas cómo están aportando a cerrar las brechas sociales y a lo que significa de verdad la tranquilidad de raíces fuertes.

No necesitamos más inversores, necesitamos vivir en lo que construimos, a conciencia. ¿En qué momento se volvió la norma lucrar por arrebatar algo que nunca se quiso usar? ¿Qué valor hay ahí?

Dentro de los costos de un edificio de departamento “de inversión” se incluyen los asesores de finanzas, que analizan su proyección en un estudio de mercado basado en tasaciones que tienen su origen en la especulación. Como no tiene sentido y es impagable, revientan en presupuesto para marketing y equipo de ventas. Los que conoces y te atormentan. Como no funciona, le pagan a celebridades para ver si por ahí pegan confianza contigo, te hacen asados, te muestran el avance con un dron…Y tiene el descaro de llamar parque, plaza o paseo a un barrio cerrado.

Imaginate sacar todo eso de la ecuación, y encima sumarle tu corazón porque no le arrebatas nada a nadie y vivís en lo que construís. Una casa colectiva mixta tuya, eligiendo el servicio que le compete a tu comunidad barrial y dejando cualquier costumbre individualista de asumir y suponer, es la revolución a la vida que te mereces.

¿Ya formaste tu equipo revolucionador y querés saber de qué trata todo esto y cómo podría ayudarte a respetar tus propias metas de vida?

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A pesar de que te atormentan las redes con la idea del “Sueño de la casa propia” como única y máxima aspiración, vos sabes que la vida no tiene por qué acabarse con una casa. Y que quieras que tu casa sea un medio que te permita ahorrar para tu oficio, formarte y/o mimarte, no quiere decir tampoco que estás dispuesto a agachar la cabeza por una caja de zapatos de oro.

Siendo realistas, la capital está tasada para quienes tienen el poder de cambiar la realidad en un chasquido, cuando tengan ganas, claro. Una casa que cuida metas de vida más allá de una casa, es posible en cualquier terreno de Gran Asunción o más allá incluso, hacia donde estamos yendo de hecho.

Estas ciudades nuevas que ves hoy, alejadas de todo, necesitan tu cariño para que luego ellas puedan cuidarte a vos. Y en el camino, porque dejaste las costumbres de asumir y suponer, te van a agradecer con un segundo ingreso.

“Asunción está espantando a sus hijos”

…Y? Mientras la pasamos fantástico construyendo las ciudades que nos merecimos siempre.

Conocé la metodología que aplicamos con mi equipo: giroarquitectura.com.py/metodologia

Con todos tus deseos y frustraciones, formas parte del 98% de las personas en Paraguay que quisiera vivir una realidad mejor. El hecho de que hayas podido permitirte ahorrar para tus mimos, a pesar de que no puedas tener tu casa por tu cuenta, te pone en una posición de privilegio en conjunto al 38%. Mientras, el 2% de la población se ha encargado de decidir y construir tu futuro tal y como a sus cálculos les beneficien, y el bien común no tiene cabida en esa ecuación.

Vos más que nadie, porque conoces el mundo y porque mentalmente estás con una pata en el aeropuerto con un pasaje de ida, sabes que por ahí no es. Las mejores ciudades son las que han logrado combinar de forma lógica vivienda, servicios y esparcimiento en un mismo lugar, donde conviven quienes pueden tener zapatos y quienes no también, y gracias a ello se conocen y se ayudan. Y porque han sabido darse cuenta que a la larga ese es el camino para dejar de depender de escudos.

La libertad y responsabilidad que delegas, condicionan la realidad que vivís. Y nunca nadie te quiso contar que juntándote con amigos/compañeros, con un contrato y reglamento legal, y sin depender de agentes ni inversores, pueden construirse la casa que respeta sus metas de vida e ideales al mismo tiempo, porque es para ustedes.

El reglamento de copropiedad, de hecho, es lo que firmas cuando te mudas a un edificio, solo que alguien más estableció las reglas por vos. Bueno, ahora vos podés crear tu contrato y reglamento, bajo las reglas que vos y tu equipo decidan. Porque es tu casa y vos decidís.

“Que lindo todo, ojalá alguien haga algo”

…

Y el que necesite que le apunten con un papel de políticas públicas, para hacer lo que conviene como comunidad, es parte del problema y ya no le pasamos el micrófono. Son solo el 2%, no pasa nada.

Te toca ser parte de la solución, nadie va a venir a salvarte. ¿Qué tal va tu vida adulta? Si nos quejamos es con propósito, y para no quejarnos más.

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