Leonardo del Valle -Psicólogo

Leonardo del Valle -Psicólogo is now on WhatsApp.

Violencia. La violencia psicológica, constituye una de las modalidades más constantes, efectivas y generalizadas del ejercicio del poder. Al mismo tiempo, es una de las variables menos exploradas, y posiblemente, la más sufrida.
Marca huellas profundas en la personalidad, afecta la autoestima, genera miedo, busca disminuir o eliminar los recursos internos de la persona y es predictora de diversos cuadros.
No obstante, la violencia psicológica hacia la mujer, más allá de un problema individual, se configura de manera estructural como medio para restaurar el amenazado orden patriarcal que se alimenta de la subordinación y jerarquización de las diferencias sexuales.

Diversidad. La homofobia (caracterizada como miedo y aversión irracionales a la homosexualidad y a la comunidad LGBT+), se sostiene en prejuicios, intolerancia, discriminación, agresión y exclusión.
Asimismo, violenta la identidad de las personas en base a una imposición binaria de la sexualidad que se funda en el s**o anatómico, pero ignora otros componentes esenciales como el género y el erotismo.
Sin embargo, la diversidad debe entenderse como un hecho de la sexualidad humana, como un derecho a la diferencia y una representación de la singularidad de cada persona.

Depresión. Como trastorno caracterizado por un bajo estado de ánimo y de energía, una autoestima negativa y poco interés en actividades que usualmente serían consideradas placenteras, hoy en día, existe acuerdo al afirmar que la depresión, como la mayoría de las enfermedades, es el resultado de la interacción entre factores biológicos, genéticos y psicosociales.
No obstante, y pesar de que la manifestación sintomática es diferente en las diversas culturas, en occidente, la depresión constituye un fenómeno epidemiológico alarmante con tendencia a crecer.
Ph: clout.mx

Duelo. Como forma de reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o evento significativo, se presenta como una reacción emocional y de comportamiento en forma de sufrimiento o aflicción cuando un vínculo afectivo se rompe.
No obstante, sus componentes físicos, psicológicos y sociales se manifiestan con una intensidad y duración proporcionales al resultado de la pérdida.
En términos generales, este proceso normal no requiere situaciones especiales para su resolución ya que su elaboración no depende de la naturaleza de la pérdida sino del valor que a ésta le atribuimos.

Miedo, ansiedad y pandemia. Atravesamos una situación desconocida en la que existe un miedo lógico y normal basado en la incertidumbre. Inevitablemente, la situación actual estimula un incremento de la ansiedad.
El cambio brusco de rutinas, la interrupción de tareas habituales, el permanente estado de alerta y atención en las noticias e indicaciones y las conductas de autoverificación generan sentimientos de hostilidad.
De igual forma, la exposición a fuentes de información alarmantes y repetitivas, noticias falsas o incorrectas afectan la capacidad de pensar de las personas en lugar de estimular actitudes de cuidado.
Reducir el miedo es importante cuando el peligro es mínimo, pero cuando el peligro es real es mejor afrontarlo para tomar medidas que nos lleven a conductas positivas como el cuidado personal, familiar y social.
Entre otras tantas, tenemos dos opciones. Reconocer los recursos internos que seguramente desconocemos y utilizarlos para el autocuidado y el cuidado de los demás, o prepararnos para la parálisis, la desorganización y el pánico.

Psicosis y Coronavirus. Como fenómeno individual y social la contingencia sanitaria genera miedo e incertidumbre. Experimentamos respuestas adaptativas para mantenernos en estado de alerta y tomar las medidas necesarias para minimizar riesgos, para evitar o afrontar el peligro.
No obstante, la dificultad para gestionar la ansiedad durante esta amenaza colectiva, nos puede llevar a reaccionar a través de comportamientos erráticos, angustia y aislamiento.
En consecuencia, la responsabilidad para obtener respuestas más sólidas y efectivas, pasará por comprender la situación como temporal y en términos de resguardo y protección.

Adicciones. Las variables que pueden llevar a una persona a consumir son múltiples y complejas. Coexisten factores biológicos, sociales, culturales y de personalidad.
Sin dudas, el sufrimiento psicológico se instala en el sujeto, la familia y el entorno.
Lo principal entonces, será promover el ajuste social y emocional necesario para disminuir los efectos de los factores de riesgo y vulnerabilidad, potenciar los factores protectores y, sobre todo, llegar a la raíz del problema.

Ansiedad. Como reacción emocional necesaria para la supervivencia de los individuos, comprende consecuencias emocionales, fisiológicas y de comportamiento.
Es importante distinguir, que la ansiedad puede configurarse como una respuesta normal y hay que aprender a manejarla.
Sin embargo, cuando se produce un aumento significativo en intensidad, frecuencia, y duración de los niveles de angustia interfiriendo y afectando la vida de la persona nos encontramos frente a un problema.

Climaterio y Menopausia. Algunas creencias y suposiciones aún sostienen la percepción negativa de este proceso, asociándolo a malestar, depresión e inestabilidad emocional. Sin embargo, esta etapa del ciclo de vida transcurrirá para cada mujer de acuerdo a su capacidad de adaptación, a su entorno social y a las estrategias de afrontamiento y autocuidado necesarios para redefinirse a sí misma.

Diabetes. Como fenómeno constante, uno de los mayores obstáculos que enfrentan los pacientes insulinodependientes es la poca continuidad en el tratamiento.
Es necesario comprender, que los aspectos psicológicos, emocionales y de comportamiento influyen en la motivación, en el apego al tratamiento y en la predisposición a la incorporación de cambios en los hábitos de vida.
Por lo tanto, para lograr un tratamiento exitoso de la diabetes, es necesario que exista una relación congruente entre la salud mental del paciente, el entorno emocional de la familia y el cuidado de las concentraciones de glucosa en sangre.

Estrés, etapa de agotamiento. La tensión persiste en el tiempo evidenciando efectos conductuales, psicológicos y fisiológicos. El sistema psicofísico se convierte en caldo de cultivo de gran cantidad de enfermedades.
Los mensajes, se convierten en sufrimiento.

Estrés, etapa de resistencia. El organismo intenta desarrollar una estrategia de adaptación frente a la situación estresante intentando volver a su estado normal. No obstante, el estado de activación y alerta permanente no desaparece. Los mensajes, son aún más evidentes que en la etapa de alerta

Estrés, etapa de Alarma. La ansiedad, los dolores recurrentes, el estreñimiento y las contracturas musculares, entre otros síntomas, pueden entenderse como información que comunica que algo puede estar sucediendo. El cuerpo habla, envía mensajes.

Respetando todas las corrientes, teorías y supuestos, esta viñeta nos cuestiona sobre las diversas formas de percibir y abordar la realidad.

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El adecuado manejo del estrés depende de diversos factores y recursos. No obstante, el apoyo social nos ayuda a enfrentar las amenazas del entorno y facilita las formas de afrontamiento.