Ester Barbosa

Haz todo el bien que puedas, en
todas las formas que puedas,
en todas las formas que puedas,
en todos los lugares que puedas,
en todos los momentos que puedas,
para todas las personas que puedas,
siempre que puedas.

Si buscas la primera excusa para rendirte, créeme, la encontrarás. Por mi bien, entendí que temprano es mejor que tarde.

Hacer o no hacer. El intento no existe.

Ama a todos, confía en unos pocos, no lastimes a nadie.

Nunca olvides quién eres, porque lo cierto es que el mundo no lo hará. Haz que sea tu fuerza. Así que nunca puede ser tu debilidad. Ármate con este recuerdo, y nunca podrá ser usado para lastimarte.

Creer en ti mismo. Involucre su mente con su buena estrella y reconozca que su luz interior siempre lo guiará hacia arriba y hacia adelante.

Aunque la posibilidad es pequeña, le debemos una oportunidad a todos los que no están en esta sala.

En cada lágrima hay esperanza.

Todas las decepciones del pensamiento y la esperanza son secundarias. El único mal irreparable es la muerte de los que amamos.

Está bien que creas en Dios. Pero ve armado.

La guerra, al principio, es la esperanza de que nos llevemos bien; luego está la expectativa de que el otro se joda; luego, la satisfacción de ver que al otro no le fue bien; y por último, la sorpresa de ver que todos estaban jodidos.

La esperanza es una droga alucinógena.

La esperanza es el mal supremo; es el peor de los males, porque prolonga el tormento.

Porque este es quizás el único remedio cuando amenaza con doler demasiado: inventarse un buen calabacín y reír, como un loco, como un id**ta, reír hasta que lo que parece trágico pierde su sentido y se vuelve tan ridículo que sólo quedan las ganas de dar una buena carcajada reír.

No hay luz, no hay esperanza, solo hay desesperación

Cuando te abras espiritualmente, hazlo solo con alguien en quien confíes desde el fondo de tu corazón, alguien muy cercano a ti. Este tipo de apertura es un paso importante para superar los problemas espirituales.

Nunca, nunca digas cómo te sientes. Por mucho que duela, por mucho que te haga feliz. Cuando sienta algo muy fuerte, pida un trago.

Toda la desdicha de los hombres nace de la esperanza.

Todos los días haz algo que te dé miedo.

No importa lo que hagas, siempre hay alguien que hará algo. No importa tu voluntad... si tus intenciones son buenas, siempre hay un id**ta, una persona que quiere derribarte.