Pablo Mendez terapeuta

¡Escucha tu interior y transforma tu vida con la terapia Gestalt! 💬💭

La terapia Gestalt enfatiza la importancia de prestar atención a nuestras emociones, pensamientos y sensaciones corporales. Esta práctica nos ayuda a comprender e integrar más profundamente lo que nos sucede. 🌟

¿Te has sentido atrapado en un bucle de insatisfacción y ansiedad? Estos sentimientos a menudo surgen de patrones y creencias limitantes que hemos adoptado a lo largo de nuestra vida. 🌪️

La terapia Gestalt nos ayuda a identificar y transformar estos patrones, permitiéndonos recuperar nuestra vitalidad y equilibrio emocional. 🌈✨

¿Te identificas con esto? Comparte tus experiencias en los comentarios y hablemos sobre cómo podemos liberarnos de estos patrones limitantes. 💬👇

La terapia Gestalt se centra en el “aquí y ahora”, ayudándote a ser consciente de tus pensamientos, emociones y acciones en el momento presente. Este enfoque te permite identificar y transformar esos patrones limitantes, mejorando tu capacidad para relacionarte de manera más auténtica y satisfactoria. 🌈✨

Recuerda: La consciencia es el primer paso hacia el cambio. 🌟

La duda, ese susurro interno que nos desafía a cuestionar y explorar, es la esencia de nuestro viaje en la terapia Gestalt. 🌱

Esta cita nos recuerda que el verdadero despertar surge de la incertidumbre, de permitirnos sentir y vivir las preguntas que emergen en el camino hacia la autenticidad.

En cada sesión, nos sumergimos en el aquí y ahora, enfrentando nuestras dudas para desentrañar las capas de nuestra experiencia y revelar nuestra verdadera esencia. Este proceso no es solo terapéutico, sino una transformación que nos lleva a una mayor conciencia y presencia en cada aspecto de nuestra vida.

🔄 ¿Te encuentras a menudo reviviendo los mismos patrones emocionales, sin saber cómo salir de ellos? 🤔 No estás solo en esta lucha. La vida puede llevarnos a ciclos repetitivos que parecen no tener fin, pero aquí estoy para ofrecerte una salida. Con la , te invito a un viaje de autoconocimiento y liberación.

🌱 Juntos, podemos explorar esos patrones, entender su origen y trabajar para que no dicten tu vida. Es hora de romper con el pasado y abrazar un presente lleno de posibilidades.
¡Atrévete a explorar un nuevo comienzo conmigo!

Puede parecer más fácil resistirnos a las emociones y experiencias que consideramos difíciles o dolorosas.

Sin embargo, la resistencia solo perpetúa nuestro sufrimiento y nos impide avanzar.

En cambio, te invito a practicar la aceptación plena de tus experiencias, sean cuales sean.
Al aceptar tus emociones y experiencias con amor y compasión, permites que ocurra la transformación. Recuerda, la aceptación no significa resignación, sino liberación.

¿Qué estás dispuesto a aceptar hoy para comenzar tu viaje hacia la transformación?

La terapia Gestalt se centra en aumentar la conciencia del individuo sobre sus pensamientos, emociones y comportamientos.

Al entender cómo funciona la racionalización y cómo nos aleja del contacto con nuestras verdaderas necesidades, la terapia Gestalt puede ayudar a las personas a desarrollar una mayor autoconciencia y afrontar el conflicto de manera más directa.

¿Alguna vez has experimentado cómo la racionalización te aleja de tus verdaderas necesidades?
¡Cuéntame tu experiencia en los comentarios!

Sobre la importancia de darme cuenta con quién me interesa hablar, más allá de su credo.

́uticos ́ticas ́sticas

La racionalización es un mecanismo por el cual el sujeto intenta explicarse de una manera lógica y coherente actos, ideas o emociones para justificarlos y no contactar con los motivos verdaderos que no percibe. La persona se auto convence a sí misma y al mundo, a través de razones y explicaciones que justifiquen lo inapropiado de ciertos sentimientos propios.

De esta forma, nos permite evitar el conflicto y la frustración que el verdadero motivo conlleva. Es decir, defiende a la persona del verdadero motivo que subyace en el hecho en sí, mediante la construcción de una narrativa que sí puede manejar y lo tranquiliza.

Como dice Fritz Perls, la racionalización o explicación de lo que nos pasa (el “por qué”) nos aleja de lo concreto y nos sumerge en la fantasía. Nos saca de lo obvio que sucede, para teorizar acerca de ello.

Podemos verlo en personas que dicen que no necesitan tener una relación de pareja con múltiples y extensos argumentos, pero que tiemblan y se les dificulta hablar cuando una mujer/hombre que les interesa se le acerca. O también, en aquellas que pueden tener actitudes racistas o intolerantes pero que, para no ser considerados como tal, se encargan de fundamentar con razones de peso, el odio que puedan sentir hacia otras personas.

¿Te das cuenta de como evitas el conflicto a través de este mecanismo?

́gicos

La alegría, segunda parte…

#2: Qué tipos de alegría existen y cuales son sus síntomas.

✨ ́gicos

Un activista: el derecho a estar mal.

́uticos ́ticas ́sticas

La negación es un mecanismo que se encarga de ocultar ciertas partes de uno mismo por no aceptarlas en nosotros. La persona que niega una parte propia, aprendió a rechazar y considerar inaceptable esa característica personal, porque la sociedad o su entorno así lo transmitía.

La negación suele originarse en la infancia por el rechazo y/o castigo de los padres y se pone en funcionamiento para evitar el dolor y sufrimiento de la frustración que genera no poder expresar lo que uno es. Cuando no puedo aceptar la manera en la que soy y prefiero actuar en función de la aceptación y el rechazo del entorno, tengo que sostener una fachada que me divide y me genera una contradicción interna. El caso más evidente de escisión interna es la psicosis, donde hay dos partes totalmente diferenciadas.

Este mecanismo nos impide contactar con emociones y formas de ser que no son aceptadas en nuestro entorno. Alguien que niega tiene la convicción que si muestra esa parte no será aceptado, reconocido y querido.

Te invito a indagar en intentar reconocer cuál es esa parte en ti que niegas y rechazas mostrar a los demás...

́gicos

Retomando el contenido acerca de las emociones (luego de un decidido alejamiento de las redes, actitud que recomiendo dicho sea de paso) comparto un cuarto y último capítulo: la alegría.

#1: de qué se trata y como aparece en nosotros.

✨ ́gicos

Un que me hace redefinir mi fantasía de superhéroe.

**ur ́uticos ́ticas ́sticas

El Egotismo es un mecanismo que tiene como función aumentar y fortalecer la frontera de contacto como una manera de defenderse, poniendo por delante sus necesidades y no viendo las del otro. Es decir, un egotista infla y fortalece su “yo”, dándose una autoimportancia excesiva como forma de controlar la situación.

El egotista experimenta el miedo a perder el control, a confundirse en la experiencia y abandonarse en un contacto con otro. Como no logra entregarse y soltar el control, no logra disfrutar de la satisfacción del contacto con el otro ya que ello implicaría bajar las defensas o estar “desprotegido” y le resulta amenazante. De esta manera, se centra en mejorar sus aprendizajes, reforzar sus técnicas y conocimientos teóricos que le permitan manipular el entorno y sentir que cada vez tiene más poder. Un egotista no puede soltar las actitudes deliberadas que le dan seguridad y ceder ese control al otro, a la espontaneidad, debido a la incertidumbre e inseguridad que le transmite. Ejemplos serían cuando un amante no puede entregarse a disfrutar de un orgasmo, el artista (músico, bailarín, pintor, escritor) que necesita controlar y asegurarse cada movimiento que hace para que sea “perfecto”. De esta forma, la persona egotista puede saber mucho sobre sus emociones pero nunca llega a “experimentar” realmente lo que le pasa.

En terapia, en una fase inicial, apoyamos este movimiento de empoderamiento personal que se centra en las necesidades personales, en autoafirmar y auto apoyar los valores y capacidades de la persona. Una vez la persona se ha responsabilizado de este aprendizaje, es importante no perpetuar la sensación de que todo vale porque “yo soy importante”, ya que puede caerse en un terreno egoico y de superioridad ante el otro.

́gicos

La tristeza, tercera parte…

#3: Principales maneras que ayudan a gestionar la tristeza.

# ́gicos

Notas acerca de la verdad olfativa.

́uticos ́ticas

La desviación (o deflexión) es un mecanismo que hace que la persona no contacte de manera directa con lo que necesita. La energía o excitación que se genera por algo que esa persona quiere, se desvía o enfría hacia otro lado. Es decir, la acción se dirige hacia una necesidad “sustituta” que si podemos tolerar o hacernos cargo.

Como la persona acciona pero no acorde a lo que siente o quiere, se reemplaza en conductas de evitación: verborreica y vacía, silenciosa y distante, poco conectados con lo que se está hablando, se ríe cuando habla de algo triste o doloroso, evita el contacto visual, etc. Como se desconectan de sí mismos y van detrás de necesidades “sustitutas”, no llegan a sentir satisfacción y terminan sintiendo frustración, desgano, aburrimiento, agotamiento. Ejemplos de ello serían personas que sienten algo (rabia, vergüenza, miedo, etc) en una situación pero la dificultad de poder actuar en correlación con eso que sienten los hace optar por huir, hablar o cambiar de tema, por no poder enfrentarlo.

En terapia, buscamos evidenciar lo que la persona está evitando en esos asuntos que se le hacen difícil ver. A través de un contacto más genuino y consciente con lo que le está costando asumir, viendo qué mecanismos y cómo los utiliza para evitar, la persona se revitaliza y recupera la presencia. De esta manera, logra reconectar con las necesidades originales pudiendo regularse en el entorno y sostener lo que le pasa ante el otro.

́gicos

“Tristeza de ser apenas una penumbra que arde,
y en la noche caliente helarme, tan solo helarme.” José Larralde

#2: Qué tipos de tristeza existen y cuales son sus síntomas.

́gicos

Un sobre la importancia de construir puentes.

“Cruza el amor por el puente”. Gustavo Cerati

́uticos ́ticas ́sticas

La retroflexión es el mecanismo que adopta una persona cuando vuelca los impulsos que le nacen hacia otra persona, hacia sí mismo. Es el bloqueo que sufre la expresión de ese impulso.

Una persona que retroflecta aprende esta conducta de niño como forma de evitar seguir siendo castigado. Decide bloquear la expresión de su necesidad, al entender que eso que muestra o hace naturalmente no es aceptado en su contexto, y dirigirla hacia él en formas de autoagresión: se habla mal, se castiga, se lesiona, etc. Es decir, en vez de dirigir su agresividad hacia el que se lo genera lo vuelve contra sí mismo (entendida como energía que busca ser expresada fuera y no como un ataque).

Las formas en que suele verse este mecanismo es en “sentimientos de inferioridad”: personas dependientes o de baja autoestima que se tragan su enojo para no perder o generar un conflicto con el otro. También puede verse como forma “compulsiva”: la persona se somete a hacer cosas como si fueran demandas externas, en lugar de reconocer ese bloqueo interno. Y como “síntoma corporal”: dolores de cabeza, estómago, garganta...que surgen como represión a lo que verdaderamente uno quisiera hacer.

En terapia, el planteo del trabajo en principio es sencillo: redirigir el impulso bloqueado tomando consciencia de para que lo hemos hecho y como sucede. Como suele ser un impulso agresivo hay una dificultad de hacerse cargo (es más fácil hacerlo conmigo que con el otro), pero sosteniendo las necesidades y asimilando la demanda de exigir esos límites que necesito, se construye un camino en el que crece la responsabilidad personal y el autoapoyo.

“Cuando sepa lo que está pasando en su interior, su energía movilizada podrá buscar salida en la fantasía o en la acción”. Erving Polster

Tercer capítulo sobre las emociones básicas: la tristeza.

#1: de qué se trata y como aparece en nosotros.

́gicos

Un recordatorio de cuando la música se transforma en un avión, ese vehículo que nos eleva.

́uticos ́ticas ́sticas

La confluencia es un mecanismo que se da cuando la persona no puede diferenciarse de su entorno. No puede reconocer sus necesidades con respecto a la de los demás.

Una persona confluyente vive confundida, incapaz de reconocer cuales son sus necesidades: no sabe qué es lo que quiere, lo que siente. Es una persona que no puede retirarse y que vive “pegada” a su entorno. Este estado resulta en que se fusiona con el otro: cree como suyas las necesidades y emociones del otro, puede llegar a empatizar exageradamente para huir del conflicto (siempre está de acuerdo con lo que los otros dicen o piensan, no le gusta las discusiones, las diferencias, dice cosas como “me da igual, lo que tu quieras”). Necesita pertenecer estando junto al otro. Como consecuencia de esta dificultad de sostener las diferencias, podemos encontrarnos con padres que manipulan a sus hijos como una mera extensión de ellos mismos. Si los hijos se niegan a identificarse aparece el rechazo: “yo no sé a quién has salido” o más intenso aun “ tu no pareces mi hijo”. Esto trae como consecuencia la dificultad de “asumirse”, de ser. A nivel social, este mecanismo existe en expresiones como el fundamentalismo o las sectas.

La forma de tomar consciencia y desarticular la confluencia sería tomando contacto con lo que uno quiere y diferenciarlo del entorno. Poder reconocer lo que “yo” siento, pienso y sostenerlo ante el otro. Dejar de relacionarme a través de los demás y asumir mis propios deseos y necesidades. Para ello, necesito saber decir que no, aprender a confiar en mi criterio y opinar diferente si lo siento. En definitiva, pasar de apoyarme en el otro a apoyarme en mi mismo.

́gicos

El miedo, tercera parte…

#3: formas para poder gestionar el miedo neurótico.

✨ ́gicos

La proyección es una función de nuestra personalidad que actúa reflejando en el ambiente las características personales que no podemos internalizar. Es decir, es hacer responsable al entorno (persona o contexto) de algo que existe en nosotros. Es ese rasgo, emoción o conducta que nos pertenece y se lo atribuimos al otro.

Cuando sentimos celos, cuando prejuzgamos, cuando criticamos al otro por algún rasgo, estamos proyectando nuestra propia experiencia que se ha vuelto rígida y nos hace percibir esa realidad bajo esta perspectiva personal. De esta manera, cuando vemos alguien llorar o expresar una rabia intensa y la rechazamos, estamos siendo incapaces de reconocer esa tristeza o rabia en nosotros, ya sea por que no podemos expresarla o porque hemos aprendido a negarla (no nos gusta/no somos capaces de mostrarla)

Existe tanto la proyección NEGATIVA (son esos aspectos que no me gustan de los demás ni de mi y que por lo tanto no los acepto en mi y los rechazo constantemente en el otro) como la POSITIVA (son esas características que me gusta y admiro de los otros por que siento que yo no las tengo).

En el espacio en terapia, trabajamos para poder evidenciar esas cualidades que se presentan en la persona como una realidad obvia, cierta e indudable y que atribuye, bajo esta “mirada”, en el entorno. Una de las adaptaciones que suele tener, es la persona que se considera víctima de sus circunstancias, de lo que le pasa. Otra, es aquella que continuamente adopta la crítica como forma de desentenderse.

¿Cuáles son esas formas que reconoces en ti que te alejan de hacerte responsable de tu vida? Si tienes la intención de indagar en ello, no dudes en escribirme para una sesión de exploración gratuita.

́gicos

El miedo, segunda parte…

#2: Qué tipos de miedo existen y cuales son sus síntomas.

́gicos

Un pequeño relato sobre lo cotidiano me sugiere una verdad encubierta

́uticos ́ticas ́sticas

La introyección son aquellas ideas, creencias y formas de percibir nuestra realidad que nos han inculcado y que nos hace entender la vida a través del lente de los demás: familia, contexto social. Es decir, son las representaciones mentales que, de manera inconsciente, hemos incorporado a nuestra personalidad sin “digerir”. De hecho, al igual que en la digestión, serían esos alimentos pesados y extraños que nuestro cuerpo parece rechazar y que le cuesta incorporar/asimilar.

Todas estas representaciones (ideas, actitudes, creencias, etc) que no digerimos como propias, se las llama introyectos. Pero diríamos que hay una parte funcional y otra que no: la primera sería la que nos permite interactuar con otros, manejar códigos comunes (el lenguaje por ejemplo). Lo disfuncional aparece cuando la persona no desarrolla sus propias ideas, su propia personalidad, por estar muy ocupado en “retener” las representaciones ajenas. También contribuye a la neurosis y fomenta alienación en la persona, cuando se chocan dos conceptos incompatibles (“me siento triste y cansado” pero “la gente me juzga si me muestro débil”). Aquí hay dos fuerzas actuando: la que tiene que ver con mi necesidad y la
que me han inculcado. En este conflicto radica la desintegración del individuo.

De esta manera, si la introyección nos sirve en la infancia como mecanismo de aprendizaje, en los adultos se vuelve neurótico, cuando se rigidizan nuestros patrones y modos de actuar o pensar por encima de lo que sentimos y deseamos, por encima de nuestras necesidades personales.

Entonces, la idea sería: revisar QUIÉN está realmente actuando o pensando (por mi) en determinadas situaciones en que me siento incomodo y PARA QUE lo estoy haciendo.

“Cortar los hilos de la marioneta que nos maneja o, por lo menos, mirarlos y hacernos cargo si no los quitamos”.

́gicos