Instituto Carl Rogers

En el Instituto Carl Rogers somos conscientes de lo complicado que puede llegar a ser elegir estudios de postgrado en psicoterapia, debido a la enorme oferta y el elevado coste.

Por eso queremos dedicar esta publicación a orientarte a la hora de decidir con qué formación o formaciones complementar el Grado de Psicología, según las preguntas que nos han ido haciendo llegar nuestros alumnos y alumnas en prácticas.

📌 Definir si buscas una formación generalista o por el contrario te gustaría una más especializada, con un enfoque humanista, dinámico o conductual, ya que esta diferenciación va a marcar la orientación de la formación y la percepción que va a tener del cliente y de la relación terapéutica.

📌 Saber dónde coloca el acento esa formación, si en la profesionalización o en el crecimiento personal. Y aunque seguro que en la profesionalización hay una parte de crecimiento personal, y a la inversa, el crecimiento personal ayuda a profesionalizar, es importante saber en qué aspecto está más especializada la formación.

📌 Conocer si la formación se inclina más hacia lo teórico o hacia lo práctico. Y si la parte práctica es supervisada a tiempo real, ya sea presencialmente u online. Es decir, que se pueda hacer una sesión real con un supervisor que oriente al final de la sesión.

📌 Tener en cuenta la parte experiencial de la formación. Por ejemplo, en el enfoque humanista, la relación terapéutica tiene mucho que ver con la persona. Es decir, la persona del terapeuta va a jugar un papel importante en la relación con el cliente, y será necesario que el alumno viva la experiencia de la psicoterapia desde el rol tanto de terapeuta como de cliente.

📌 Conocer los detalles de la formación, como su duración, el número de horas presenciales y en línea, cuántas de esas horas son supervisadas, el número de alumnos, y el precio. Además, saber por quién está reconocido el máster o postgrado puede ser determinante a la hora de tomar la decisión.

Si quieres saber cómo son nuestras formaciones, te invitamos a visitar la sección de formación en nuestra web. Te dejamos enlace en la bio.

Cuanto más elevada sea nuestra capacidad de estar presentes con nuestros y nuestras clientes, menos necesitaremos emplear técnicas.

Por eso en nuestras formaciones, priorizamos el trabajo personal, a través del cual incorporamos las tres actitudes de Carl Rogers: congruencia, aceptación incondicional y empatía, para poder ir colocando las diferentes herramientas terapéuticas sobre esta base actitudinal.

Y es que ninguna técnica puede suplantar a la calidez humana y la comprensión profunda que se generan gracias a una relación terapéutica segura.

Si quieres conocer nuestras formaciones haz clic en el enlace de la bio.

En esta frase, Carl Rogers nos habla de la aceptación incondicional hacia uno mismo y hacia los demás, una de las tres actitudes básicas fundamentales en su enfoque terapéutico.

Su propia experiencia le llevó a comprobar que, gracias a esta actitud, sus pacientes podían aceptarse tal y como eran y, desde ahí, mejorar aquellos aspectos de sí mismos con los que no se sentían bien.

Nos gustaría saber cómo vives tú la aceptación incondicional con tus clientes. Te leemos en comentarios.

Aquí os dejamos algunas recomendaciones lectoras para el verano:

📌 “La tormenta cerebral” de Daniel Siegel. Para entender cómo funciona el cerebro en la adolescencia.

📌 “La intervención del círculo de seguridad: cómo mejorar el apego en las relaciones entre padres e hijos mediante la intervención temprana” de Bert Powell, Glenn Cooper, Kent Hoffman y Bob Marvin. El modelo del Círculo de Seguridad describe las necesidades básicas que los niños y niñas requieren de sus padres y madres (o cuidadores) para sentirse seguros, apoyados y capaces de explorar el mundo de manera autónoma.

📌 “Maneras de amar” de Amir Levine y Rachel Heller. Basándose en las teorías del psicólogo John Bowlby, se definen los tipos de apego para poder entablar relaciones seguras, basadas en vínculos seguros y satisfactorios.

📌 “Psicoterapia Sensoriomotriz. Intervenciones para el trauma y el apego” de Pat Ogden y Janina Fisher. Este libro aúna teoría y práctica para abordar el tratamiento del trauma, basadas en las últimas investigaciones en neurobiología, apego y trauma.

Os deseamos felices lecturas y felices vacaciones.

Aquí os dejamos algunos testimonios sobre nuestros docentes, de alumnos y alumnas que han cursado nuestro Máster en Psicoterapia Integradora:

“Conocí las tres actitudes de Rogers no solo en la teoría, también en el acompañamiento de María y el resto de docentes del Máster, por los que me he sentido comprendida y aceptada en todo momento gracias a que encarnaban la empatía, la aceptación incondicional y la congruencia en todo momento”.

“Gracias a la sensibilidad y calidez de María, junto con su amplia formación y experiencia, pude entender que las actitudes rogerianas van más allá de la técnica y que pueden cultivarse e integrarse no solo a la hora de hacer psicoterapia, sino también en el resto de relaciones personales”.

“María es una gran docente. Tiene la capacidad de transmitir conocimientos de una manera clara y a la vez acompañar con calidez y sabiduría. Así me sentí yo durante todo el Máster: aprendiendo y a la vez sintiéndome acompañada y vista en todo momento”.

¿Quién no se ha encontrado acompañando a personas que han vivido experiencias traumáticas en su infancia?

Son heridas que necesitan ser atendidas, ya que es durante la niñez donde se crearon la mayoría de nuestras creencias sobre nosotros y nosotras mismas, los demás y el mundo.

Y es que en muchos de nuestros clientes hay un niño que sufre y que necesita ser mirado.

A menudo, con el fin de evitar el dolor que les provoca su recuerdo, destierran a esa niña en lo más profundo de su inconsciente. Pero no mirarla no significa que no esté.

Por ello, nuestra labor como psicoterapeutas, es ayudarles a identificar esos estados infantiles para luego crear un vínculo interno seguro entre su yo adulto y su niño interior. De esta manera podrán gestionar sus emociones de una manera más adaptativa y saludable.

Por eso el trabajo con el niño y la niña interior siempre está presente en nuestras formaciones. Y si quieres saber cómo lo hacemos, te invitamos a que conozcas nuestro Máster en Psicoterapia Integrativa, donde encontrarás esta y muchas más herramientas para ampliar tu formación como psicoterapeuta. Haz clic en el enlace de la bio para saber más.

Hoy os queremos compartir algunos comentarios de alumnos y alumnas que han cursado nuestro Máster de Psicoterapia Integradora sobre José María Herrera, director y docente del Instituto Carl Rogers de Barcelona.

“José María es un gran profesional, no solo como docente sino también como psicoterapeuta. Su forma de comunicar es clara y directa y sus devoluciones en las sesiones prácticas sirven tanto a la persona que se coloca en el rol de terapeuta como a la que lo hace en el de cliente. Su manera de trabajar ha marcado un antes y un después en mi práctica clínica.”

“Infinitamente agradecida a José María por todos los conocimientos transmitidos y también por su calidad humana, su generosidad y su acogida incondicional.”

“Gracias a José María Herrera y el resto del equipo docente del Máster he adquirido, no solo herramientas para poder trabajar como psicólogo, sino también para entender que la psicoterapia va más allá de la técnica y de los conocimientos de psicología. Poder integrar las tres actitudes rogerianas ha supuesto un cambio, no solo en lo laboral sino también en lo personal.”

A veces, sentir que no tenemos suficientes herramientas para abordar ciertos temas de nuestras y nuestros clientes, puede llegar a bloquearnos.

Sabemos que la escucha empática y la presencia terapéutica son fundamentales para crear un buen vínculo, e imprescindibles para sentar las bases del proceso terapéutico.
Sin embargo, a medida que avanzamos con nuestro cliente podemos sentir que necesitamos ampliar el abanico de intervenciones..

Por eso, ampliar nuestra formación y adquirir herramientas terapéuticas, en un marco integrador, nos hará sentir más seguras/os y competentes, e irá ampliando nuestra capacidad para acompañar a nuestras y nuestros clientes en las situaciones más retadoras.

Como psicoterapeutas, decidir en qué y cómo formarnos puede convertirse en una tarea difícil, ya que la oferta actual es enorme.

En el Instituto Carl Rogers hemos podido comprobar la eficacia de algunas técnicas tras muchos años de práctica clínica. Nuestros/as clientes adquieren una mayor consciencia de sí mismos, una mejor autoaceptación y consiguen ir transformando sus patrones habituales de comportamiento.

Y de todo este bagaje nace nuestro Máster en Psicoterapia Integradora desde una perspectiva humanista, que llega este año a su 41ª edición.

En ella estudiamos diferentes técnicas que los profesionales de la salud mental pueden incorporar a su práctica clínica.

Y ¿cómo lo hacemos? De forma práctica, experiencial y supervisada. Y en grupos muy reducidos con un máximo de 16 personas para que podamos centrarnos en detalle en el proceso de aprendizaje de cada una.

Quédate por aquí porque te hablaremos de alguna de estas herramientas en nuestras próximas publicaciones.

En nuestra práctica como psicoterapeutas necesitamos cultivar la autenticidad, es tanto o más fundamental que cualquier técnica o herramienta terapéutica. Carl Rogers nos lo recuerda en la frase de la imagen en la que habla de su propia experiencia.

Ser congruente no solo fortalece nuestra conexión con los demás, sino que también facilita un espacio de confianza y apertura en el proceso terapéutico, donde al aceptar nuestra verdadera esencia, invitamos a nuestros clientes a hacer lo mismo.

Pero congruencia no es decir todo lo que pensamos, dar nuestras opiniones, ni que nuestros clientes conozcan el detalle de nuestra vida. La congruencia es el fruto de nuestro proceso de autoconocimiento, y requiere de una enorme dosis de autoaceptación incondicional. Y esto hace que el trabajo sobre nuestra persona, sobre la figura del psicoterapeuta, sea un proceso esencial (y largo) en nuestro camino de aprendizaje.

Seguiremos profundizando sobre este concepto, y si te parece interesante, guarda esta reflexión como un recordatorio de la importancia de ser auténticos con nuestros clientes y en nuestras relaciones en general.

Empatizar y simpatizar son dos conceptos que pueden confundirse con facilidad. Y es que la diferencia entre ellos es muy sutil. Sin embargo, si te dedicas a la psicoterapia, es clave distinguirlos para no sufrir contagio y agotamiento emocional.

Aquí va la diferencia entre ambas:

📍La Empatía requiere de una escucha activa y sin juicios. Es captar el mundo del otro dejando el nuestro fuera.
📍En cambio, en la Simpatía, nuestros valores, opiniones, sentimientos y creencias, se mezclan con los de nuestros clientes y traducimos lo que nos cuentan desde nuestros significados. Colocamos en nosotras el sentimiento del otro.

Solemos simpatizar con las personas con quienes sentimos algún tipo de afinidad, como amigos, familia o pareja, porque nos resulta más fácil aceptar lo que nos es conocido y, tal vez, más amenazante lo que es diferente a nosotras.

Como psicoterapeutas, es importante estar abiertas a contemplar otros sistemas de valores, sin miedo a perder el nuestro.

Por eso, para acompañar a nuestros clientes, es importante escuchar lo que somos y lo que no somos. De esta manera podremos mantenernos en su marco de referencia sin dar consejos ni proyectar nuestras opiniones en ellos ni hacer nuestros sus sentimientos.

Y aunque a veces nos encontramos clientes que dudan de que podamos comprenderles y no juzgarles sin haber vivido la misma experiencia o similar, lo cierto es que la empatía nos permite diferenciarnos y comprender profundamente a personas muy distintas a nosotras.

¿Te resulta fácil hacer esta distinción con tus clientes? Nos encantará leerte en comentarios.

La empatía es captar el mundo subjetivo del otro y acogerlo sin juicios.

El psicoterapeuta empático actúa como un espejo en el que el cliente puede verse a sí mismo y sentirse auténticamente reflejado. Lo que produce una gran sensación de alivio y a la vez un fuerte impulso de seguir explorando el interior de una misma y expresarlo.

Cultivar la empatía es posible.

En palabras de C. Rogers, “las terapeutas pueden aprender con bastante rapidez a escuchar mejor, a ser más sensibles, más empáticas. Esto es tanto una habilidad como una actitud.

Nosotros somos testigos de ello en cada una de nuestras formaciones. Y cada vez son más las personas que forman parte de esta “revolución silenciosa”, que es como llamaba C. Rogers a esta nueva manera de relacionarse con los demás.

Y tú ¿cómo vives la empatía con tus clientes?

Si el cliente no se siente seguro en el encuentro con el psicólogo o psicóloga, no se abrirá a explorar su mundo interior.

En relaciones seguras, ya sea con un terapeuta o cualquier otra persona, es crucial sentirnos protegidos para explorar experiencias pasadas, especialmente las dolorosas. Por eso, antes de aplicar cualquier técnica, es importante crear un clima de seguridad.

¿Cómo pueden las psicólogas construir un vínculo seguro para favorecer esta apertura en el cliente? Para Carl Rogers, existen tres actitudes básicas que el psicólogo debe cultivar en sí mismo para resultar eficaz:

📍 La congruencia. También llamada autenticidad, genuinidad, transparencia, sinceridad o espontaneidad. De nada sirve actuar de una manera calmada, segura, benevolente y afectuosa, si interiormente se viven estados de ánimo diferentes a estos.

📍 La aceptación incondicional. Saber escucharse, aceptarse y ser uno mismo (incluida la imperfección) para saber escuchar y aceptar al otro tal y como es.

📍 La Empatía. Comprender al otro sin juzgarlo, desde su marco de referencia, es decir, ver el mundo como el cliente lo ve, para que pueda aceptar los propios sentimientos y así posibilitar la transformación. Se trata de escuchar con calidez, pero con distancia interior, resonando con la persona.

Estas tres actitudes por parte del terapeuta permiten al cliente sentirse visto y sentido, aceptado tal y como es, aun cuando muestre conductas que para él o ella sean inaceptables.

Y aunque de entrada puede parecer fácil, se requiere consciencia y entrenamiento por parte del terapeuta. No se trata de una herramienta más. Debemos experimentarlo nosotros mismos como personas, para integrarlo y poder ofrecerlo a nuestros clientes.

Esto es algo que tenemos muy presente a lo largo de nuestro Máster en Psicoterapia Integrativa: incorporar en nosotros estas tres actitudes para que nuestros clientes se sientan en un entorno seguro donde poder mirar hacia adentro.

¿Cuál de estas actitudes es la que mejor se te da a ti?

¿Cómo vives este proceso?
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Ya están abiertas las matrículas para nuestro Máster en Psicoterapia Integradora 2024-2025.

Inicio: 15 de octubre de 2024
Finalización: 18 de junio 2025

👉 Formato: Presencial y Online

⏱ 600 horas de formación

🪢 Grupo reducido (máx. 15 personas)

Un máster diferente, humanista, integrador, experiencial, en el que adquirirás herramientas para sentirte segurx en tu práctica profesional y al mismo tiempo iniciarás un camino de autoconocimiento.

🎓 Reconocido por la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP)

¿Qué es para tí la libertad? 🍂

❤️

¿Estás familiarizad@ con la culpa? ¿Cómo la gestionas?

La autoaceptación no implica necesariamente la resignación o la complacencia con nuestras limitaciones, sino más bien una comprensión compasiva de nosotros mismos, reconociendo nuestras fortalezas y debilidades.

Desde este lugar de aceptación, se crea un espacio psicológico que facilita la exploración y el cambio positivo. Al aceptarnos, nos liberamos de la carga del autojuicio negativo, lo que nos permite enfrentar nuestros desafíos con una mentalidad más abierta y constructiva.